La vida útil de los cosméticos
Aunque no existe obligación de que la etiqueta de labiales, máscaras de pestañas, polvos compactos y champús señalen sus fechas de vencimiento, la mayoría de estos productos duran máximo 36 meses. Terminado ese tiempo, su performance baja y, antes que eso, pueden contaminarse y provocar problemas de salud.
Paula 1213. Sábado 19 de noviembre de 2016.
Aunque los cosméticos sí tienen una fecha de caducidad y un periodo de máxima performance, en Chile el Instituto de Salud Pública (ISPCH), dependiente del Ministerio de Salud, no exige a los fabricantes informar en sus etiquetas sobre la duración. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, mientras que en la Unión Europea el reglamento exige señalar cuando la vida útil es menor a 30 meses.
El ISPCH sí obliga a los fabricantes nacionales, antes de comercializar, inscribir sus productos en el registro sanitario que se entrega después de evaluar su finalidad, fórmula, denominación, modo de uso y los antecedentes legales de cada producto. En esa instancia se debe informar sobre su duración y certificarla con pruebas de estabilidad. Para eso, el producto es sometido durante tres meses a testeos de estrés en distintas condiciones ambientales, que permiten obtener datos sobre las reacciones físicas y químicas que va a tener con el paso del tiempo. Hechas las pruebas de estabilidad, los productos reciben una fecha de vencimiento que va desde los 6 hasta los 36 meses. En caso de que el productor quiera extender el margen, su cosmético debe ser sometido a pruebas extra. Esta regularización garantiza su tiempo mínimo de performance. Pasado ese tiempo, el producto puede seguir funcionando, pero aumenta el riesgo de contaminación y es el usuario quien debe hacerse responsable de su uso.
Los productos importados que solicitan registro sanitario deben demostrar que fueron elaborados en un lugar autorizado y tienen la obligación de hacer un control de calidad en Chile. Antes de comercializarse deben contar con la autorización del ISPCH.
Atención con la compra de cosméticos en liquidación, que en estanterías pueden estar hasta el último día de vencimiento. Se recomienda leer su fecha de elaboración y/o de caducidad que, aunque no es obligatorio publicar, en muchos envases sí se lee.
La contaminación, el gran riesgo
Una vez abierto un producto cosmético, la contaminación es el mayor peligro que corren los usuarios de máscaras de pestañas, delineadores líquidos y labiales, entre otros. Desde que se abren y entran en contacto con el aire, se vuelven propensos a infectarse, amenaza que aumenta si para aplicarlo entran en contacto con el cuerpo, por ejemplo, cuando se usa el dedo. A eso se suma que, entre mayor cantidad de agua contenga el producto, más probabilidades de contaminación.
Las consecuencias de usar un producto contaminado dependen del tipo de microbacteria que la haya afectado (si es patógena o no), la cantidad de producto utilizada, el estado de salud general del usuario y el estado de la piel. En pieles dañadas, con acné, espinillas o rasguños, se llega rápidamente a la sangre y acelera la contaminación. Las mucosas bucales y de los ojos son otras entradas expeditas. La contaminación puede provocar conjuntivitis, inflamación de párpados y aparición de hongos.
6 advertencias
1. Usar los productos con aplicadores para no contaminarlos y mantenerlos estables por más tiempo.
2. No usarlos en zonas irritadas o afectadas.
3. Revisar las condiciones de almacenaje indicadas en los empaquetamientos y, como regla general, mantener en lugares frescos y secos.
4. Cerrar bien el producto una vez utilizado.
5. No compartir el maquillaje con otras personas.
6. Dejar de usar el producto cuando cambia de aspecto, textura, color u olor. El cambio puede haber sido provocado solo debido al enranciamiento de la base grasa (alteración de la calidad) o por contaminación microbiana (puede afectar la salud). Algunos pueden cambiar de color sin afectar su composición, pero eso debiese ser informado cuando se registra el producto.
¿Cuánto duran?
A pesar de que la mayoría de los productos tienen una fecha de duración de 36 meses, Inés Carreño, jefa de la Sección Cosméticos del ISPCH, entrega una fecha de consumo recomendada de productos una vez abiertos, siguiendo los criterios de calidad y seguridad por riesgo de contaminación.
Máscara de pestañas y delineador líquido: 3 meses
Los solventes se pueden evaporar en contacto con el aire y la fórmula cambia al secarse bajando su calidad.
Contaminación: los productos oculares son los más sensibles y con los que hay que tener mayor cuidado porque están en contacto directo con la mucosa del ojo y desde la apertura del contenedor se pueden contaminar.
Lápiz delineador graso: 36 meses
Su calidad no se ve afectada con el tiempo.
Contaminación: su fórmula casi no tiene agua, sino una base grasa difícil de contaminar.
Lápiz labial: 12 meses
Su base grasa se puede oxidar con el tiempo y generar un deterioro y un olor a rancio desagradable.
Contaminación: es poco riesgoso, dada su base grasa.
Sombras, bases y rubores en polvo: 36 meses
Son los que se mantienen intactos por mayor tiempo.
Contaminación: al no contener agua, son los menos susceptibles a contaminarse. Además, como vienen compactados y en cantidades pequeñas, generalmente se acaban antes de su fecha límite y las probabilidades bajan aún más.
Bases líquidas y cremas hidratantes: 24 meses
Con el paso del tiempo, si la formulación no es robusta, el emulsionado que los constituye se puede cortar separando sus fases grasa y acuosa imposibilitando su uso.
Contaminación: tienen altas cantidades de agua en su composición, aunque contienen preservantes (los más usados son methylparaben, propylparaben y methylchloroisothiazolinone) para mantenerlos libres de contaminación. Cuando se corta la emulsión, hay que dejar de usarlos, porque puede ser un indicador de contaminación.
Factor solar: 12 meses
Se van degradando con el tiempo y protegen menos. La rapidez con que lo hagan dependerá de cuán expuesto se encuentren al sol y de la calidad del envase. En promedio, un protector solar bien utilizado se consume antes de una semana.
Champú y bálsamo: 24 meses
Con el tiempo puede cambiar su aspecto, olor y color, pero siguen funcionando.
Contaminación: aunque sus fórmulas tienen abundante agua, cuentan con preservantes que los protegen de la contaminación. Además, como es un producto que se enjuaga y no queda permanentemente en la piel, no genera grandes riesgos.
Perfumes: 12 meses
En ellos lo que se deteriora habitualmente es el aroma, pues sus elementos son volátiles, por lo tanto después de aproximadamente un año, se puede volver menos intenso y distinto.
Pueden presentar una reacción de fototoxicidad, es decir, una reacción de los componentes del perfume con la piel y la radiación solar, generando manchas. Se sugiere, entonces, en la ropa o en zonas del cuerpo no expuestas directamente.
Para la elaboración de este artículo fueron consultados la jefa del Departamento de Cosméticos del Instituto de Salud Pública de Chile, Inés Carreño; la química farmacéutica y asesora técnica de la Cámara de Cosmética de Chile, Fresia Echeverría; y la maquilladora Bernardita Silva.
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