Una singular terapia, desarrollada por un homeópata chileno, plantea que nuestras propias lágrimas pueden mejorarnos de ciertas enfermedades.

Viviana Verdugo, 47 años, educadora de párvulos, sonríe; ya no padece las constantes crisis de angustia que solían atormentarla. Rosa Cereceda, de 52, químicoanalista, observa sus manos y aún no se lo cree: las dolorosas inflamaciones de sus muñecas que sufrió por más de dos décadas, producto de un reumatismo, desaparecieron. Ambas, según cuentan, encontraron la solución a sus padecimientos en la lagrimaterapia, implementada por el homeópata chileno Hugo Fuchslocher, fundador y director del Centro Integral de Tratamientos Naturales.

"Hace efecto a nivel mental y corporal", asegura Fuchslocher, cuyo método consiste en hacer beber a los pacientes sus propias lágrimas cada vez que lloran. Además, creó un elixir similar a las flores de Bach mediante la recolección de lágrimas de más de 400 pacientes que contiene agua, alcohol y la "energía de las lágrimas", que se bebe o esparce en la piel. "Sirve para hacer un tratamiento más metódico", explica. Durante la primera semana, recomienda usarlo tres veces al día. Luego, el paciente debe decidir, de acuerdo a cómo se sienta.

Analgésico natural

La lagrimaterapia recoge los principios del hallazgo que el doctor William Frey, profesor de la Universidad de Minnesota, realizó en 1985. El académico estudió a dos grupos de personas: unos picaron cebollas y otros lloraron viendo películas de alto contenido emocional. Frey descubrió que los dos tipos de lágrimas eran bioquímicamente distintas. Las primeras, solo cumplían la función de lubricar el ojo, mientras las segundas, contenían un neuromodulador producido por el hipotálamo llamado leucina encefalina, que actúa como analgésico.

"La sociedad ha reprimido el llanto. No hemos tenido la oportunidad de probar lo que producen las lágrimas cuando hacemos un tratamiento consciente con ellas", afirma Fuchslocher.

Centro Integral

de Tratamientos Naturales

Eulogia Sánchez 48,

fono 635 2100.

Dado que el tratamiento con lágrimas está en etapa de investigación, la consulta y la entrega del elixir –en gotas y spray– son gratuitas.