Tanto para mujeres como para hombres las estrías son algo natural y que aparece en todos los cuerpos y contexturas. Ya sea por rápidos cambios en el peso, por crecimiento, por un embarazo u otras razones, el estiramiento brusco de la piel deja estas huellas inofensivas, pero que en estricto rigor, dermatológicamente son lesiones.
Son tan comunes, que, según datos recopilados por la BBC, alrededor del 90% de las mujeres que han estado embarazadas las tienen. Tanto, que en redes sociales existen hashtags a través de los que mujeres de todo el mundo las exhiben con orgullo, normalizando algo que la mayoría tiene en distintas partes del cuerpo y que a pesar de no generar ningún tipo de inconveniente en la salud y ser absolutamente masivas, se nos ha inculcado que son feas, antiestéticas e indignas de ser mostradas.
Milagros Domínguez (@milagrosdominguezv) se ha especializado en la técnica de tatuaje para camuflar cicatrices y estrías, una de las formas más efectivas para atenuarlas. “Las estrías son cicatrices en la piel por efecto de estiramiento excesivo de la dermis. Esta afección profunda que se traduce hacia afuera como la estría, no genera daño en la epidermis”, dice. Además, hay un factor genético que puede predisponerlas, así como el uso de determinados medicamentos con corticoides que podrían facilitar su aparición al alterar la síntesis del colágeno.
A pesar de la presencia de muchos productos dermocosméticos en el mercado que prometen la prevención de las estrías, no existe el suficiente respaldo científico que lo confirme en un 100%. Lo que sí, se reconoce que una buena hidratación podría aportar, algo que de todas maneras es esencial para mantener la salud de la piel. “Hay pieles que aunque se cuiden mucho no tienen mucha opción de evitarlas ya que al no tener buena elasticidad las estrías vendrán igual”, señala Milagros.
Según la dermatóloga de la Clínica de la Universidad de los Andes, Pilar Bofill, tampoco existen certezas en cuanto a los productos tópicos que las eliminarían. “La evidencia muestra que ninguno de ellos tiene estudios científicos suficientes para demostrar los resultados que dicen tener”.
El movimiento que aboga por quitar el carácter negativo de las estrías ha tenido llamativas y exitosas expresiones, como la de la artista pakistaní Sara Shakeel, quien en 2017 lanzó la obra que dio pie a la campaña que masificó el hashtag #loveyourlines, en la que registró verdaderos mapas visuales en cuerpos de distintas mujeres con una serie de fotografías que llenó estrías de cristales y purpurina, creando una celebración de los cuerpos reales y transformándolos en obras de arte. Su recepción fue tan positiva, que decidió dejar sus estudios para ser dentista y enfocarse en su faceta creativa.
Algo similar es lo que exhibe el trabajo de la ilustradora catalana Cinta Tort Cartró (@zinteta), cuyo colorido trabajo artístico se basa en la idea de que todas las pieles son distintas y usando las estrías como una especie de lienzo, busca aportar en la aceptación de la presencia de estas frecuentas lesiones dérmicas.
Es cierto que una piel lisa a ojos de cualquiera es más linda, pero es cierto también que eso prácticamente no existe. Así como la celulitis, las estrías son una realidad que debemos normalizar y no castigar.