Las lectoras preguntan: ¿Cómo puedo descansar sin sentir culpa?

Sentirse culpable



LA PREGUNTA:

Me gusta mucho estar activa y soy naturalmente una persona inquieta, pero me he dado cuenta de que me cuesta descansar sin sentirme culpable o que estoy perdiendo el tiempo. Sobre todo, me cuesta descansar la mente, puedo estar viendo una serie, pero siempre estoy pensando en lo pendiente. ¿Cómo puedo aprender a descansar, pero de verdad, para lograr despejarme?

Fiorella, 39 años.

LA RESPUESTA:

Tener dificultad para relajarse es muy común, más en el ritmo actual y si vives en ciudades grandes. Una mente muy rápida, la autoexigencia, un ritmo demasiado activo y el exceso de responsabilidades harán aún más compleja la tarea de bajar el ritmo y cuando al fin consigues parar, ¡pum! Aparece la culpa. “Las personas que sienten culpa por descansar por lo general son muy responsables, rápidas y eficientes, entonces lo asocian con ‘no hacer nada’. Les cuesta actuar a un ritmo más lento o detenerse. Piensan que el descanso es tiempo desperdiciado o lo asocian a críticas más duras como: ser flojo”, afirma la coach ontológica Constanza Toro.

“Es importante indagar las creencias que cada persona posee en torno al concepto de productividad. Es muy común que desde pequeños en nuestro ambiente o nuestras figuras significativas hayan inculcado ideas, presiones y/o comportamientos sobre este tema y lo que está permitido o no y cómo la propia valía como persona también está relacionada con la productividad”, complementa la psicóloga clínica Dominique Saavedra (@ps.domisaavedra) .

¿Qué nos impide descansar?

“Quienes están activos todo el tiempo pueden estar intentando evitar, ya sea de manera consciente o inconsciente, el contacto emocional con ellos mismos. Esto tiene que ver con las experiencias que cada individuo ha tenido y también con la crianza de los padres. Son ellos los que de cierta manera imponen las exigencias en la infancia con los ‘deberes’. También, existen rasgos de personalidad, como las personas estructuradas, perfeccionistas y obsesivas, que tienden a funcionar de esta manera”, explica la psicóloga.

Pero la personalidad y las experiencias de la niñez no son la única barrera para conectar con los espacios de ocio y descanso. “Vivimos en un contexto donde todo tiene que ocurrir al instante, gracias a la tecnología somos hijos de la inmediatez. Pero es relevante reflexionar: ¿La tecnología me hace trabajar más o menos? ¿Es el resultado lo importante o disfrutar los procesos, los caminos? Cuando vamos de un lugar a otro, ¿disfrutamos el viaje? Para las personas activas es importante incorporar alguna actividad que les ayude con esto, porque además son personas que están mucho en la mente. Entonces, si estamos viendo una serie, pensar: ¿de qué se trata la serie? ¿La estoy disfrutando? ¿Cómo está mi temperatura? ¿Mi respiración? ¿Mi postura corporal?, en el fondo es practicar el mindfullness y saber que este espacio me abre otras puertas que he estado pasando por alto”, recomienda la coach ontológica Constanza Toro.

Reconectar con el descanso

Lo primero que debemos hacer para reconectar con el descanso es reconocer que es necesario, pues nos recarga de energía. “Está comprobado que tener momentos de ocio, por ejemplo, ligados a la contemplación, mejora nuestra capacidad creativa y nos ayuda a encontrar mejores soluciones a ciertos problemas. Pero si nunca permitimos ese espacio, estamos desperdiciando un enorme potencial. Sentir que el descanso es merecido también es importante”, asegura Constanza.

“Podemos comenzar de a poco y realizar actividades que nos gusten, brinden tranquilidad, satisfacción y/o desconexión. Tener un espacio de autocuidado, por ejemplo, ver una película o una serie, hacer una rutina de skincare, practicar deporte, escuchar música, darte un baño de tina, pasar tiempo en la naturaleza, cocinar algo rico, acostarse temprano luego de un largo día o leer”, aconseja Dominique.

El descanso tiene muchos beneficios. Permite que los sistemas de nuestro cuerpo trabajen mejor, mejora la memoria, la autopercepción, fomenta la creatividad y nos conecta con el presente, por mencionar algunos. ¿Cuánto tiempo es necesario? Depende de cada persona. “Es importante alternar espacios de actividad con descanso, es algo de lo cual nunca debemos prescindir para evitar los estados de ansiedad, un estado que nos hace pasarlo mal (…) Incorporar en nuestra planificación, el turno de descanso, también es de gran ayuda para quienes sienten que no tienen tiempo”, recomienda la coach.

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