“No olvidemos que detrás de cada abusador, maltratador y/o feminicida hay una madre. El machismo y el patriarcado deben abolirse desde la crianza. ¿Qué estamos haciendo desde las maternidades para cambiar esto?”, escribió en un tweet una actriz colombiana en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o también conocido como 25N (por su conmemoración en el mes de noviembre). La reacciones fueron varias, entre ellas de la socióloga, periodista y creadora de @lamalamamapodcast Mafe Cardona, quien junto a la periodista Tatiana Duque (@lainsumisa), ambas colombianas, subieron una publicación como respuesta: “La madre como el origen de todos los males es una narrativa muy naturalizada en nuestra sociedad. En el 25N no faltaron los post donde las mujeres que maternamos aparecemos como culpables de los hombres violentos o feminicidas”, escribieron. Sin embargo, agregaron, “el imaginario de que todos los males del mundo, o bueno, los males que generan los seres humanos, son culpa de las madres, no solo es un discurso misógino y sexista, sino que, de nuevo, desplaza la responsabilidad a las mujeres. Enserio: ¿las culpables somos las madres? ¿Dónde está el padre en la ecuación? ¿Y qué responsabilidad tiene el Estado y la sociedad”.
Según explican, los discursos que responsabilizan a las madres de los males del mundo ignoran por completo los contextos socioeconómicos, culturales y de clase de las familias en donde en la mayoría de los casos son las mujeres quienes tienen toda la carga del cuidado y la crianza, y donde, literalmente, se hace lo que se puede con las herramientas que se tienen, que muchas veces son pocas. “También es importante darnos cuenta de que si bien las madres podemos replicar muchos mandatos patriarcales, la culpa no es de esa madre como individua, sino que de una sociedad donde se le exige a las mujeres que eduquemos seres humanos afines al sistema, pero al mismo tiempo, sin ningún apoyo social y estatal”, explican.
Actualmente, y de forma estereotipada, existe el sesgo inclinado a señalar que las madres son culpables de criar hombres machistas. “La madre lo crió así, machista, mamón”, se suele decir. Desde el Instituto Mexicano para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas (IDMAH) explican que se busca culpar a las madres de la educación machista porque ellas son las visibles en el espacio del hogar y lo familiar, adjudicada culturalmente con la tarea de la crianza de hijas e hijos, mientras que el padre está ausente.
Para entender y desmontar este mito, según datos del Observatorio Latinoamercano de Género, en cuanto a la composición familiar, en los territorios rural-urbanos de los tres países que lo componen (Chile, México y Colombia), los hogares encabezados por mujeres son en su mayoría monoparentales (más del 60%). En Colombia, el 77% de los hogares liderados por mujeres son monoparentales, frente a un 9% de aquellos con jefatura masculina. México y Chile muestran un panorama similar, donde las amplias brechas en la monoparentalidad de los hogares según sexo se replican, independiente del tamaño del territorio. En definitiva, la ausencia paterna forma parte de este desbalance en la crianza.
Pero no es solo un problema cuantitativo. Las mamás no operan descontextualizadas de la cultura, es un gran marco cultural en donde estas mamás a su vez son entrenadas y condicionadas. “El maternaje es un concepto que deriva de ‘mater’ y que se trata de una construcción histórica y sociocultural que denomina el ‘deber ser de toda mujer’”, explican desde IDMAH. Y es que, como aclaran, la estructura histórica y universal replica estos mensajes. “Con todas sus instituciones, como la familia, el Estado, la iglesia, el sistema educativo, los medios de comunicación, reproducen estos estereotipos de formas muy violentas”. En definitiva, “desarticular la idea de pensar a las madres como las únicas responsables de criar hijas e hijos pasa por comprender lo poco que los hombres se han involucrado en la crianza, y asimilar que los roles de género son patrones que están presentes en todas las áreas, por lo tanto terminar con ellos es una tarea que nos corresponde a todos y todas”, concluyen.