Paula 1100. Sábado 21 de julio 2012.
Investigadora autodidacta de la gastronomía tradicional chilena, Anabella Grunfeld viaja por distintas localidades del país para rescatar antiguas recetas criollas. Entre ellas, no faltan las de licores típicos, que ella replica en casa. Aquí, comparte tres brebajes de fácil preparación y que se pueden embotellar por años.
Los descubrimientos culinarios que Anabella encuentra en sus viajes por el campo, donde trabaja con comunidades agrícolas, están disponibles en www.cocinartechile.cl sitio que creó hace cinco años y que tiene como objetivo rescatar la identidad y memoria de la cocina chilena.
Canelita o mistela de canela
(1 litro)
"Estas proporciones son resultado de varias pruebas en las que ensayé distintas recetas para dejar el toque justo de dulzor y alcohol: en una olla mezclar 1 litro de agua con 150 g (¾ taza) de azúcar y un paquete de palitos de canela (40 g) y dejar hervir 15 minutos. Revolver de vez en cuando para que el azúcar se disuelva. Dejar enfriar a temperatura ambiente y, con un colador y un embudo, pasar la infusión a una botella con 150 ml (¾ taza) de aguardiente de 50º".
Tips: "Mientras más tiempo se hierva la mezcla, esta concentra y suma más sabor, aroma y color".
"Para embotellar el licor lo mejor es usar botellas de pisco o aguardiente previamente lavadas", recomienda Anabella Grunfeld.
Cinzano casero
(6 litros)
"Hace muchos años, visitando los campos de la VII Región, la señora Eloisa Barrios me enseñó esta receta de grandes proporciones que suele tomarse en matrimonios y otras celebraciones: 1 litro de aguardiente, 5 litros de vino blanco –en el campo se usa cualquier cepa, aunque un sauvignon blanc es buena opción– y medio kilo de azúcar hecha almíbar. Juntar todos los ingredientes en un recipiente y embotellar". Para hacer poco más de 1 litro las proporciones son 1 litro de vino blanco, 200 ml de aguardiente y 200 g de azúcar hecha almíbar.
Licor de miel y cidra
"Esta receta se preparaba hace muchos años al interior de la IV Región, donde antes era posible encontrar aún algunos árboles de cidra –o toronja–, un cítrico similar al limón del que solo se usa la cáscara. "En un litro de agua ardiente se pone a macerar por un mes, dos o tres cáscaras de cidra cortadas muy finas, sin la parte blanca, con un par de clavos de olor y un palito chico de canela. Pasado ese tiempo, se cuela el macerado y se mezcla en un recipiente con 1/2 kilo de miel. La miel se disuelve previamente en 1/2 litro de agua caliente sin llevar a hervor, y se mezcla con el líquido del macerado cuando ya está fría. Tapar y dejar reposar una semana. Volver a colar y embotellar. Se toma como bajativo porque es digestivo".