Paula 1102. Sábado 18 de agosto de 2012
Textos biográficos diversos, desde perfiles periodísticos hasta ensayos literarios, mantienen vivo un género que se dedica enteramente a meterse en la piel de otro.
El hombre que fue viernes, Juan Forn (Qué Leo)
La inagotable capacidad de este periodista argentino de narrar vidas ha deleitado a los lectores de Página 12, diario en el cual fundó el suplemento Radar Libros, y donde por años ha escrito la contratapa los días viernes con el relato sobre el destino de algún personaje. Este libro reúne decenas de esos perfiles, en general dedicados a artistas, escritores, actores, desde el compositor de boleros mexicano Agustín Lara a la novelista inglesa Jean Rhys; son retratos construidos con asombrosa agilidad y prodigioso sentido del humor, usando información detallada que se vuelve ironía, admiración, sorpresa, genialidad.
Como se escribe una vida, Michael Holroyd (La Bestia Equilátera)
Este autor inglés (1935) es una de las autoridades en el tema de relatar vidas ajenas por el hecho de haber escrito la vida de uno de los grandes biógrafos de la historia, su compatriota Lytton Strachey, autor de Victorianos eminentes: el prólogo a ese libro es uno de los textos más notables incluidos en esta compilación de ensayos sobre el género biográfico. Es preciso, reflexivo y brillante para explicar la larga tradición y dificultad de la escritura sobre otros. "Hay, fundamentalmente, dos tipos de biografías: la pública y la privada. El mundo editorial está repleto de la primera; esos enormes mamotretos inmanejables tramados por ex presidentes o, peor aún, por sus esposas, secretarias y asistentes", escribe Holroyd. Él se ha dedicado a la segunda, y habla de la pasión y libertad para construir vidas ajenas muy íntimas, como la de Virginia Woolf y varios otros de sus fascinantes contemporáneos que figuran en esta compilación.
Poe, una vida truncada, Peter Ackroyd (Edhasa).
Ackroyd es, sin duda el mejor biógrafo vivo. Dedicado a escribir la historia de Inglaterra ya se ha despachado las vidas de Shakespeare, Dickens, Chaucer, Turner, Newton, además de una biografía de Londres: es más que una historia o crónica, pues persigue las diversas formas de vida en la ciudad desde que solo habían animales hasta ahora que está envuelta por supercarreteras. Ackroyd tiene la virtud de la curiosidad fina, y de saber examinar los detalles para pensar lo profundamente verdadero, cualidades que también despliega en su propio programa de televisión, en viaje por el Thames y por Venecia. Acaba de llegar una de sus últimas joyas, la biografía de Edgard Allan Poe.