En esta sección te invitamos a revalorizar los residuos de los productos orgánicos y hoy el elegido es el plátano. Sabemos que esta fruta es de las más beneficiosas para la salud por su riqueza en minerales, vitaminas y potasio, todos elementos que ayudan en la prevención de enfermedades y la regulación de los trastornos de ánimo, pero muy poco se ha hablado de su cáscara, que es rica en carbohidratos y nutrientes, como potasio, magnesio y vitamina B6 y B-12.

En 2017, la Asociación de Productores de Plátanos de Canarias publicó el libro "Plátanos de Canarias y salud", en el que plantean los beneficios de la totalidad de la fruta, tanto por su alto contenido en fibra –en un plátano hay 2,5 gramos de fibra y su ingesta diaria puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer–, como por sus múltiples propiedades, entre las que destacan la antioxidante y antiinflamatoria.

Aquí seis maneras de reutilizar la cáscara del plátano:

Conciliar el sueño: Debido a su alto nivel de triptófano –aminoácido esencial para que la glándula pineal segregue la melatonina–, la cáscara del plátano sirve para promover y regular el sueño. La mejor forma de aprovechar estos aminoácidos es comiendo la pulpa de la cáscara directamente.

Disminuir las irritaciones en la piel: Por sus múltiples nutrientes y vitaminas, la cáscara es excelente para aliviar los dolores e inflamaciones asociadas a la irritación y sarpullidos en la piel. La mejor forma de aprovechar estos nutrientes es tomando la parte interior de la cáscara y frotándola suavemente en la zona afectada.

Mejorar la digestión: Por su alto contenido en fibra, la pulpa de la cáscara ayuda a mantener un buen funcionamiento del sistema digestivo. La mejor forma de consumirla es escarbándola directamente con una cuchara.

Reducir las arrugas faciales: Las cualidades antioxidantes de la cáscara del plátano ayudan a prevenir los síntomas de envejecimiento en la piel. Para esto, hay que frotar el interior de la cáscara en la zona deseada, y dejar reposar durante media hora antes de lavar.

Para los deportistas: por sus altos niveles de potasio, la cáscara del plátano es el complemento ideal para las dietas de los deportistas de alto rendimiento. La mejor opción es dejar la cáscara remojando durante 24 horas y luego tomarse esa agua. Para obtener resultados inmediatos, en vez de remojar, se puede hervir, para que suelte todos sus minerales de manera más rápida. La cáscara removida se puede compostar.

¡No olvidemos el jardín!

Álvaro Pineda, arquitecto y fundador del proyecto Sr. Compost, cuenta que la cáscara de plátano es de los residuos que más termina en la basura –las heladerías pueden botar 50 kilos de cáscaras en dos o tres días– y por eso es necesario reutilizarlas. Una forma es dejándola remojar durante un día y luego usar esa agua con nutrientes para regar el jardín. "Es un excelente alimento para la tierra que ayudara a la floración", explica.