Paula 1179. Sábado 1 de agosto de 2015.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, realizada en 2010, casi el 100% de los adultos chilenos tiene caries y sufre de alguna enfermedad dental, y un 20% reconoce no haber visitado a un dentista durante los últimos seis meses. "Los chilenos no saben cómo lavarse los dientes", agrega la cirujano dentista Verónica Zamorano. En estas páginas, todo lo que hay que tener en cuenta para una correcta higiene bucal.
Cómo elegir el cepillo de dientes:
Más de treinta modelos de cepillos de dientes se pueden encontrar en la estantería de una farmacia, sin embargo, son cuatro los requisitos fundamentales que debe tener un modelo para ser efectivo. Un cepillo no dura más de un mes. Una vez que las cerdas se encrespan, no limpian.
1.- Cerdas suaves: aseguran la limpieza y no dañan la encía.
2.- Cerdas distribuidas en forma recta: permite que el conjunto de filamentos sea más firme y eficiente en la eliminación de residuos.
3.- Todos los filamentos deben terminar en punta redonda: así se evita el daño interdental.
4.- Mango recto: es el más maniobrable. Los accesorios, como el limpiador de lengua, no sirven y dificultan el cepillado.
El lavado nocturno es fundamental, pues es durante el sueño que en la boca hay menor secreción de saliva, generando un hábitat ideal para las bacterias.
¿Sirven los cepillos eléctricos?
Se recomienda en niños, para estimular el hábito del cepillado, y en personas con dificultades motoras, debido a la fuerza y movimiento que requiere el cepillado. En una persona sin problemas, y dado que el cepillo eléctrico es menos flexible, puede provocar dolor en las encías. Su cabezal se debe cambiar una vez al mes.
La manera correcta de lavarse los dientes
Los dientes deben lavarse después de cada comida, incluso, luego de haber tomado un café solo o con endulzante. En el caso de consumir alimentos de pH ácido, como limón o bebidas cola, se sugiere enjuagar con agua y veinte minutos después, cepillar. Esto, para evitar el desgaste del esmalte por la acción química que generan estos ácidos.
El lavado de noche es fundamental: es durante el sueño en que la lengua experimenta menor movimiento y en la boca hay menos secreción de saliva, generando un hábitat ideal para las bacterias. Si durante el cepillado de día cada diente requiere al menos diez segundos, antes de dormir hay que duplicar ese tiempo.
El enjuague bucal y la pasta de dientes
El enjuague bucal no remueve el sarro y solo sirve para el aliento. Idealmente debe ser recomendado por el dentista. No todas las pastas son efectivas y algunas pueden dañar.
Flúor: en su etiquetado debe indicar que contiene 1.500 partes por millón (ppm) de flúor en los adultos y en la de los niños, 500 ppm. Su objetivo es endurecer el esmalte para protegerlo de los ácidos producidos por los residuos de alimentos.
Evitar el sílice: es el componente principal de las pastas blanqueadoras, que actúa como una lija sobre los dientes, desgastando el esmalte joven.
Los 7 tips del cepillado
El cepillado ideal tiene dos fases. Uno en seco, sin pasta ni agua, para que las cerdas trabajen firmes, al máximo de su capacidad; y luego con pasta para que actúe el flúor. No importa su color y la cantidad correcta sobre el cepillo tiene que ser del porte de una lenteja. En ambos, el proceso debe ser el mismo:
1.-Tomar el cepillo de dientes como si fuese un lápiz y en un ángulo de 45 grados, ponerlo sobre el diente. El cepillo debe apuntar entre la unión del diente y la encía.
2.- Mover el cepillo de arriba hacia abajo, realizando un masaje.
3.- Hay que seguir el orden de la línea dental, es decir, partir cepillando los dientes posteriores, laterales, anteriores y terminar en el otro extremo.
4.- Cepillarlos siempre por dentro, siguiendo el mismo orden anterior. En el caso de los inferiores y superiores anteriores, el cepillo debe ponerse en dirección vertical, por dentro de los dientes, y limpiar cada pieza.
5.-Limpios los dientes de arriba y de abajo, por sus caras externas e internas, es el turno de las muelas, que se deben limpiar con un movimiento recto, como si el cepillo fuese un serrucho, desde atrás hacia adelante.
6.-La lengua también debe limpiarse: para eso se usan las cerdas del cepillo. En caso de que el dentista concluya que en esa zona se acumula sarro, recomendará el uso de un limpiador lingual, suerte de rastrillo plástico que elimina los residuos.
7.- El cepillo se limpia solo con agua y para eliminar los restos de agua y residuos, se sugiere darle unos golpecitos contra el lavamanos.
Regla de oro: más importante que la pasta es el cepillo y el cepillado. Una buena limpieza puede prescindir de esta.
Cómo usar el hilo dental
Indicado para retirar la comida que pueda quedar entre los dientes, se usa antes del cepillado. La manera de hacerlo es tomar cerca de 30 centímetros, introducirlo suavemente entre cada diente y realizar movimientos circulares, de abajo hacia arriba. Más eficientes, pero más caros, son los aparatos interproximales, cuyas hebras metálicas son más fuertes y delgadas que el hilo. Dado que existen de muchos tipos, deben ser recetados por el dentista de acuerdo al tipo de dentadura.
Las enfermedades dentales de los chilenos
Las tres patologías más habituales debido a una mala higiene bucal:
1.- Caries: producto del metabolismo ácido de una bacteria, que rompe el esmalte dental para entrar hasta la parte más interna del diente.
2.- PeriodontopatÍa: es una patología que afecta a toda la zona que sostiene los dientes, compuesta por hueso, encía y fibras periodontales. Provoca desde sangrado e inflamación (gingivitis) hasta la destrucción total del hueso, que causa la caída del diente (periodontitis).
3.- Halitosis: más del 80% de los casos de mal aliento se producen por la descomposición de los alimentos que quedan entre los dientes.
Aunque no es una enfermedad, uno de cada siete adultos en el mundo sufre de dientes sensibles, que se manifiesta como un dolor punzante, breve y agudo en los dientes. Sus causas y tipo de tratamientos deben ser evaluados por el dentista.
*Para la elaboración de este artículo fue entrevistada la cirujano dentista Verónica Zamorano, titulada en la Universidad de Chile.