Paula 1168. Sábado 28 de febrero de 2015.
Mitad chilena, mitad alemana, esta artista que pinta murales con pincel y tinta zapatera está sonando cada vez más en la escena del arte callejero a nivel global.
"Yo necesito el contacto con el muro, necesito sentirlo. para mí pintar es una forma de meditar. Cada vez que tiro una línea, es una línea consciente y pocas veces la borro", dice Pau Quintanajornet, la artista chilena residente en Alemania que pinta murales callejeros a mano, con tinta zapatera y pincel, y que está ganando un nombre en la escena mundial del arte callejero. Su obra –dibujos coloridos, definidos con líneas negras– está asociada a lo femenino, a la identidad latinoamericana, y al simbolismo precolombino, que la han hecho destacar en un contexto conocido por ser más masculino. Hoy su trabajo forma parte del destacado Street Art Museum de Ámsterdam y le significó ser convocada –junto a otros artistas renombrados– a una iniciativa norteamericana de diseño de botellas de agua para incentivar su consumo en niños y que se incluye dentro del proyecto Drink Up! de Michelle Obama. Sus murales están en el barrio cívico de Lima, en la fachada de una tienda Adidas en Colonia, en Alemania, o en los muros del Goethe Institut de El Cairo. En Chile, ha pintado en el Barrio Franklin de Santiago y en el Cerro Polanco, entre otros lugares, junto a la agrupación grafitera Turronas Crew.
Pau Quintanajornet pinta donde nadie quiere hacerlo, porque cree que un mural puede transformar la realidad. Por eso, este año, quiere hacer murales en campamentos de refugiados árabes en Alemania, con su proyecto Wallflowers, que ha venido desarrollando junto a la especialista en Ciencia Islámica Ferdaous Kabteni, y que el año pasado tuvo como resultado un mural en Túnez, inspirado en las experiencias de los testigos de la Primavera Árabe.