Lorena Correa
La abogada y lectora de Paula hace su enumeración: las razones por las que la tecnología la supera, los aspectos positivos de estar enviciada con el café y las actitudes que sacan su lado perno.
3 cosas de la vida en que manifiestan mi lado perno
1. Participar en cualquier conversación que contenga las palabras padawan, midiclorians u otro término propio de Star Wars, los cuales tengo que usar con frecuencia para comunicarme con mis amigos de la oficina.
2. Manejar hacia un lugar de Santiago que no conozca. Y no conozco el 90% de la ciudad.
3. Hacer algo, lo que sea, por primera vez.
4 aspectos positivos de que el café sea mi vicio
1. No gasto plata como los que fuman y me conformo con el de tarrito.
2. Tiene un olor agradable que no se pega en la ropa y no molesta al prójimo.
3. No contamina.
4. Siempre está a mano y se puede reemplazar o acompañar con un chocolate.
4 razones por las que continuamente me siento superada por la tecnología
1. Porque uso el computador como procesador de texto en un 99,9%.
2. Porque ante el mínimo colapso computacional sólo atino a llamar a mi pololo o al computín más cercano, aunque sólo sea cuestión de apretar la tecla escape.
3. Porque no me interesa en lo más mínimo gastar plata –generalmente cantidades groseras– en aparatitos que empiecen con i-algo, que se manejan con el dedo y que, además, por eso mismo quedan grasositos.
4. Porque no tengo blog, ni foto no sé qué, no acostumbro leerlos y la mayoría de mis amigos no tiene uno, ni tampoco lo consideran imprescindible. O eso creo.
4 libros que me emocionan hasta el puchero cuando los leo y que no puedo soltar aunque los haya leído millones de veces
1. Nuestras sombras, de María Teresa Budge.
2. La vida simplemente, de Óscar Castro.
3. La reina Isabel cantaba rancheras, de Hernán Rivera Letelier.
4. Eva Luna, de Isabel Allende.
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