4 razones, además de las relativas al diálogo familiar, por las que no se debe comer mirando la tele.
1. Si justo están dando C.S.I.: o cualquiera de esas series de forenses, puede ocurrirte que, en el exacto momento en el que te estás llevando un raviole a la boca, alguien informe algo así como "vaciando el contenido del estómago del occiso pudimos averiguar que había cenado mousse de arándanos, vino blanco y pasta con salsa de almejas, pero aún no hemos podido reconocer de qué tipo de fideo se trataba".
2. Si sintonizas Animal Planet puedes toparte con algo así: "…la cámara infrarroja nos permite apreciar cómo el somorgujo de Borneo regurgita a su presa para mantenerla caliente y devorarla luego de que sus jugos gástricos hayan actuado".
3. Si precisamente comes a la hora de las noticias: ¿hace falta explicación?
4. Y ni lo intentes con El gourmet.com: funciona al revés. Un interminable desfile de manjares vs. tu jueves de tupperware.
5 vendettas modernas para una hija adolescente, pero que jamás harías (después de todo uno también pasó por la edad del pavo).
1. Instalarle una versión del messenger sin caritas. ¡A ver cómo se las arregla sólo con las palabras!
2. Subirle a escondidas al iPod los mp3 de Barney.
3. Regalarle un par de zapatillas y después mostrarle que ¡te compraste las mismas!
4. Llevarle el diario personal al cole y dárselo a una amiga de ella "para que se lo alcance".
5. Ir a buscarla a una fiesta antes de las 12 aclarando a viva voz que "ella no está acostumbrada a acostarse tan tarde".
2 recorridos desubicadamente snobs para hacer con un libro en París.
1. Levantarse temprano y empezar a leer Las babas del diablo, de Cortázar justo en el lugar donde comienza el cuento (sí, ése que inspiró a Antonioni para Blow up). Colgarse una cámara al cuello y partir de la dirección indicada (número 11 de la rue Monsieur Le Prince) para dejarse llevar por la misma ruta del protagonista. Conserjería, Saint Chapelle. Poner especial atención en la descripción de muchas de las casas que allí se describen, especialmente en la Quai d'Anjou en la Isla de Saint Louis. Llegar hasta la punta y recrear, según el texto, la foto fatal.
2. Conseguirse La invención de la soledad, de Paul Auster, bajar al Metro, hojear las páginas hasta llegar a la opresiva descripción que Auster hace de Mi cuarto, de Van Gogh, leerla en el vaivén y, de ser posible, hacer que el final del texto coincida con la llegada al Musée D'Orsay. Correr al último piso y encontrarse frente a frente.
4 efemérides curiosas e improbables.
La increíble e implanificada correlación en las fechas de nacimiento de mis cuatro hijos. De mayor a menor: Sofía nació un día 13, Francisco un 14, Juan un 15 y Magdalena un 16. La hazaña es que se llevan cuatro años entre sí.
5 dibujos animados top para ver con tus hijos (chicos o grandes).
1. Los padrinos mágicos.
2. Tom y Jerry.
3. El laboratorio de Dexter.
4. Mansión Foster para amigos imaginarios.
5. The Simpsons.