La guapa analista política Montserrat Nicolás, autora del blog Curvas Políticas y del libro Vicente Huidobro, ¿político, poeta o intelectual?", se declara una feminista irreverente y librepensante. Desde Washington, donde reside, anuncia que a fin de año publicará un nuevo libro llamado Nanaland y envía este recuento personal.

3 prejuicios sobre las feministas que solo son, eso, prejuicios

1. Que odian a los hombres: lo cierto es que a algun@s femis les gustan los hombres con voracidad. A otr@s, las mujeres. No estoy segura, pero son poc@s a l@s que les gustan los marcianos. Es cosa de gusto personal.

2. Que son peludas: a algun@s femis les gusta depilarse muy seguido. Algun@as hasta lo hacen al modo brasileño. Gran noticia.

3. Que no se arreglan: me consta que a algun@s femis les gustan de sobremanera los tacos altos. Y el maquillaje. Y la ropa linda. Y mostrar harto escote. Otr@s, ni tanto.

4 señales de que estás ante un espacio 'homoerótico' de supuesto 'poder' (puede ser en el Congreso, los directorios, la academia, etc). Ya saben, dónde hay mucho, mucho macho...

1. Sus miembros prefieren pasar la mayoría de su tiempo entre pares y no entre pechos.

2. Hablan en código ('huevón' para acá y 'huevón' para allá) para no revelar sus secretos mentales de alto calibre.

3. No admiten mujeres, al menos que hagan de sirvienta u objetos de deseo desechable o para reforzar su 'heterosexualidad' (para que nadie piense que son 'raros').

4. En pocas ocasiones, le dan el pase a alguien con útero para exhibir la diversidad del grupo. O sea, vender la pomada electoral. (Gracias a Ignacio Adriasola por desarrollar la idea)

6 argumentos de por qué la macroeconomía es un tema feminista y político

1. Partamos por el hecho que somos dueñ@s del Fisco porque lo que pagamos en iva recopila más de la mitad

del arca fiscal.

2. Porque el sueldo de una mujer es 15% menos que el de un hombre por la misma pega. En algunas instancias, la diferencia es aún más grande.

3. Porque la falta de política socioeconómica que asegure acceso a una educación de temprana infancia, una salud pública, un seguro laboral, una pensión digna, una educación pública buena, atenta directamente al desarrollo de las chilenas y, por ende, también de los chilenos.

4. Porque los gobiernos, que prefieren respetar los derechos de las empresas grandes (sean corporativas o eclesiásticas) dando todo tipo de 'incentivos' por sobre los de las mujeres, les ponen un precio a la vida diaria de cada una. Se llama 'bonocracia' o 'quédate callada, chicoca'.

5. Porque el derecho a decidir sobre el cuerpo –negado doblemente con el aborto penalizado y el castigo en la isapre (porque pagas más solo por tener útero)– incide sobre el desarrollo económico de cada mujer. Es claro que existe un miedo gigante al poder del útero.

6. Porque desde hace 100 años Chile tiene la misma composición social. Hay más asesoras del hogar que trabajadores en minas y canteras. Y estas trabajadoras no tienen los mismos derechos laborales que el resto de la sociedad. Y, si agregamos la precariedad entre las temporeras... ¡Uf!, nos encontramos entonces con el 'Milagro económico chileno'.