Los óleos de Elías Santis
Radicado en la Quinta Región, este artista argentino presenta una serie de pinturas abstractas que hablan de un profundo amor por la gestación, el nacimiento y la formación de una familia. Desde el 9 de febrero en Casaplan, Valparaíso.
Paula 1219. Sábado 11 de febrero de 2017.
A los 5 años, Elías Santis empezó a dibujar para comunicarse con su familia. Era un niño tímido y decidió que esa sería la mejor forma de relacionarse con ellos. El dibujo se convirtió, de a poco, en su lenguaje. De más grande, estudió Arte en La Boca y en 2005 dejó los estudios para conocer sus raíces. De madre argentina y padre chileno, se instaló -luego de haber vivido siempre en Argentina- en Santiago y después en Valparaíso, donde ahora vive y trabaja. Allí exhibirá al menos cinco pinturas inéditas en gran formato, de 120 cm de altura.
Desde su llegada se ha dedicado a realizar óleos con estética realista, que retratan situaciones cotidianas, personas queridas y paisajes, fusionados con elementos metafísicos y propios del misticismo. Su prolijidad en la técnica, el uso de colores vibrantes y el nivel de detalles en los acabados le otorgaron un sello inconfundible a su obra, que bien podría parecer una fotografía. Pero hace nueve meses, con el nacimiento de su primer hijo, y en un afán por ser más versátil, su pintura dio un vuelco radical: Elías quiso probar algo más poético. Una estética que representa, para él, el amor incondicional que sintió por su familia en el minuto en que se enteró que iba a ser papá. Su nueva forma –dice– es como un poema de amor abstracto plasmado en el lienzo; "un movimiento diferente de arte figurativo, que es más libre e implica otro ritmo", explica.
En Piedra y camino, la muestra colectiva que comparte junto a su cuñado y también pintor Ernesto Gougain, exhibirá los óleos trabajados desde el nacimiento de su hijo. En estos es notoria la admiración por los procesos naturales propios de la vida, como el nacimiento y la conformación de un núcleo familiar. El título alude, metafóricamente, a los pasos de la vida que llevan a la conformación de una familia; la piedra y finalmente el camino en su totalidad.
El artista, cuya obra ha circulado en Mil M2, Galería Animal, Museo Volkerkunde (Alemania), Galería Mite (Buenos Aires) y en el Planetario Galileo Galilei (Buenos Aires), entre otras, se inspira en recuerdos y en proyecciones para pintar y busca que estén presentes los ejes que priman a su alrededor; su familia, la gente –tiene una profunda admiración por el ser humano– y la naturaleza.
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