Paula 1215. Sábado 17 de diciembre de 2016.

El rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi (66) es referente mundial en Fisiología del Sueño y Computación Biomédica, especialidades que cursó en la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Allí, uno de sus grandes aportes fue crear el primer sistema computarizado de etapificación del sueño: trabajando con un primitivo Apple II –uno de los primeros computadores personales– logró introducir una señal eléctrica al computador para que este pudiera leerla y digitarla. Por ese logro, asegura, "yo sería millonario en Silicon Valley".

¿Qué lo apasionó para dedicarse a la Fisiología del Sueño?

El sueño es la ultra sofisticación de un problema muy básico: si los seres vivos nos adaptamos al medio ambiente, ¿cómo te puedes adaptar simultáneamente a dos ambientes tan distintos, como el mediodía y la medianoche? La solución que encuentra la naturaleza es adaptarse a uno de ellos. Entonces, me interesé en los tres estados por los que pasa el cerebro mientras dormimos. ¿Qué hace que el cerebro pase de un estado a otro? Ese misterio me cautivó. Si yo supiera qué diferencia al funcionamiento del cerebro en esas etapas habría dado un paso gigantesco en uno de los temas más apasionantes de la humanidad: la relación mente-cerebro, la bases para entender la conciencia.

De sus hallazgos, ¿cuál le ha generado más interés?

Entender qué hace que el cerebro transite de un estado a otro. Aportar en la parte tecnológica. También entender la relación del aprendizaje y la función del sueño. Hoy se sabe que tiene un rol clave en los procesos que tienen que ver con la memoria y el aprendizaje. Por eso, si uno de mis alumnos se queda dormido al comienzo de la clase le digo que despierte. Pero si se queda dormido a la mitad no es tan terrible porque todo lo que aprendió hasta ahí se le va a grabar.

¿Cómo es el sueño de los chilenos?

Malo. Hay muchos marcadores de estrés y eso hace que exista un consumo patético de tranquilizantes y alcohol, que afectan el sueño. Acá la gente toma más taxis que en cualquier otro país de la región: no hay tiempo para caminar o usar el transporte público; estamos apurados todo el tiempo, lo que indica una sociedad muy estresada y, como consecuencia, con mal dormir. Este es un problema de salud pública: conforme aumenta la obesidad, se multiplica la apnea del sueño, con una alta probabilidad de infartos al miocardio.

¿Cómo es el paciente que consulta?

Son más importantes los que no consultan: quienes tienen insomnio y estrés, roncan y tienen apnea. Roncar no es normal y el ronquido con apnea es una enfermedad grave y totalmente curable. Hay pacientes a los que les pregunto de qué murió su padre y me cuentan que murió a los 50 o 60 años de un infarto. De inmediato les pregunto: "¿Y roncaba?". Si es afirmativo, hay una clara conexión con la apnea. No tratarla es un crimen. Otros que no consultan son quienes hacen turnos. Me interesan especialmente los mineros que trabajan en altura siete días y después bajan. Quiero estudiar más a fondo cómo esto repercute en su calidad de sueño.

¿Tiene algún sueño recurrente?

Hace tiempo que no. Pero en mi época de estudiante de Medicina soñaba con que fallaba en un examen y no me recibía de médico.

¿Cómo duerme usted?

Muy bien. Duermo como 6 horas. Es poco en realidad, pero para mi rango etario es normal: el sueño comienza a fraccionarse y uno despierta en medio de la noche sin ser capaz de dormir inmediatamente. Yo me despierto a las 4 A.M. y me levanto a trabajar. Estoy en mi escritorio hasta las 6 y vuelvo a dormir hasta las 7:30 de la mañana.

Pero eso no se recomienda.

Para nada, pero cuando uno es ocupado tiene que optimizar los tiempos, entonces prefiero levantarme porque un principio básico del sueño es que el dormitorio es solo para dormir y la vida de pareja, para ninguna otra actividad.

¿Y cómo se despierta?

Con despertador, aunque siempre despierto antes de que suene. Si algo he aprendido en este cargo es que uno siempre debe anticiparse a las alarmas.