Luis Alarcón: Viudo dos veces

Paula 1135. Sábado 23 de noviembre 2013.

83 años Lucho…

Sí, me queda poco para cumplir 84.

¿Estaba entre tus sueños estar tan activo artísticamente hasta después de los 80?

Yo tenía un propósito: llegar al 2000, me parecía una fecha muy bonita. Incluso en 2001, una suerte de 2001, odisea del espacio, como la película, pero nunca pensé que me iba a pasar "un poco" de esa fecha. Ya estamos en 2013 y no tengo nueva fecha de término. Todos estos años de yapa los estoy agradeciendo. De verdad, agradezco lo que me ha pasado en la vida.

Pero en la vida no siempre te ha funcionado todo tan bien, me imagino.

El camino no ha sido fácil, dedicarse al teatro en otros tiempos era un riesgo, un sacrificio. No era muy prometedor. Pasamos momentos duros, donde la supervivencia estaba en juego; yo llegué a pasar hambre. Ahí apareció el trabajo en radio, la radio me salvó la vida muchas veces.

¿Pasaste hambre de verdad?

Hambre de verdad. No tener un peso para nada. Me acuerdo que en esos momentos con los amigos, los demás compañeros de teatro y otras actividades artísticas, decíamos: "pensar que en cinco años nos vamos a estar acordando de que no teníamos plata ni para comprarnos un café". Eso demuestra que éramos optimistas, que creíamos en nosotros.

Y ahora disfrutas de la plata. ¿Cuál es tu gusto más burgués?

Mi gusto más burgués es vivir donde vivo, mi casa, que es una construcción artesanal pero que fue hecha a mi gusto. También tener piscina, tener auto, comer bien, salir a viajar. Vengo llegando de Buenos Aires. Yo voy mucho para allá, fui a juntarme a conversar con mis amigos, aproveché de ir al café, al teatro, pero básicamente fui a conversar.

¿Tienes muchos amigos en Argentina?

Muchos amigos, amigos de todo tipo, grandes actores, medianos actores, empresarios, actrices. Nunca he vivido allá, pero varias veces he estado por quedarme.

¿Y en estos últimos años siempre has tenido pega, o incluso a Luis Alarcón le puede faltar el trabajo?

El mercado es bastante difícil, pero hay algunos privilegiados y entre ellos me considero yo, que estoy trabajando en el canal nacional (TVN) hace más de 20 años. Entonces, ese es un privilegio en cierto sentido, no todo el mundo puede decir eso. Voy a cumplir 50 años de televisión el próximo año, aquí en Chile, porque la primera vez que hice televisión la hice en Buenos Aires.

¿Nunca te han dado ganas de mandar las teleseries a la cresta?

No, ¿por qué?

Porque hay gente que se aburre y dice no más tele…

No, para mí la televisión ha sido un trabajo importantísimo y, además, actualmente del teatro estoy un poco retirado porque ahí la edad pasa la cuenta.

Pero el cine es tu récord, ¿no?

En el siglo XX hay un récord que nadie me puede quitar: yo fui el actor chileno que hizo más películas. Ahora en el siglo XXI me está costando un poquito más, pero ya hice varias.

¿Son muy distintos los directores de cine hoy, los jóvenes, comparados con tu experiencia con Raúl Ruiz o Miguel Littin?

Mira, cuando comencé a trabajar con Littin era bastante joven y estaba comenzando en esto, lo mismo Raúl Ruiz, Silvio Caiozzi. Yo estuve con ellos en sus óperas primas. Entonces sé que son directores, pero indudablemente hay diferencias generacionales, buscan otras cosas.

¿Qué buscan los directores de hoy versus los directores con los que comenzaste?

Tienen un pensamiento un poquitito más comercial que los de la época de los 60, lo cual no quiere decir nada malo. Antes buscaban hacer cine aunque económicamente les iba como el ajo. Actualmente se manejan mejor en ese sentido. Ahora el resultado artístico de las películas es diferente, aunque antes también se hicieron películas muy malas.

"En mis inicios como actor pasé hambre de verdad. No tenía un peso para nada. Pero era optimista. Pensaba que en un par de años me reiría de eso".

¿Cuál ha sido el peor papel de tu carrera y cuál ha sido el mejor?

El peor fue un personaje que tuve que hacer en la teleserie La noche del cobarde. A la producción le fue bien, buenas críticas, pero yo estuve a disgusto. Y, al que le tengo especial cariño, es a un personaje de teatro de Panorama desde el puente, de Arthur Miller. Me gusta tanto esa obra que la estrenamos en el año 1958 en Concepción y luego, gracias a mi iniciativa, la volvimos a montar 48 años después. Yo hice el mismo personaje y con el mismo director.

¿Tú tienes claro que tu personaje de Chamorro en La Fiera (TVN) quedó grabado en la memoria colectiva de los chilenos?

Sí, perfectamente claro. Yo tengo tres personajes que he hecho que han quedado grabados. Uno es Chamorro, otro es el indio del aviso comercial de Firestone, ese que decía: "si camino no hablar…", y el otro es el de Roberto Betancourt, el malo de La represa. A esos tres personajes la gente los recuerda todavía.

¿Te gusta hacer de malo?

A mí me gusta hacer personajes. No creo que haya personajes totalmente buenos ni totalmente malos, por eso creo que mis personajes son bastante creíbles porque no los tomo así. Tienen las dos cosas.

A propósito, ¿cuál es el peor defecto que tiene Luis Alarcón? ¿Qué es lo más malo de Luis Alarcón?

Tal vez una cierta egolatría. Y que suelo creer que tengo la razón.

¿Has ido alguna vez al sicólogo o al siquiatra?

No.

¿Nunca en la vida?

No, le he pedido consejos a un amigo que tengo que es siquiatra, eso sí, pero hacer sesiones, someterme a un tratamiento, o a una sesión con el siquiatra o con el sicólogo, no.

Tú eres de Puerto Natales, ¿qué tienes de patagón?

Soy patagón hasta el día de hoy, natalino "tira piedras", como se dice. De niño jugaba con unos amigos alacalufes con los que tirábamos piedras en la playa de Punta Arenas.

¿Cuál es tu estado civil?

Viudo hace 24 años.

¿Estás solo?

Estuve emparejado por 18 años y volví a quedar viudo.

¿Eres viudos dos veces?

Sí, esa es mi vida, soy viudo.

¿Y ha sido difícil sobrellevar la viudez?

Sí, es difícil, pero uno se va haciendo su terapia y la vida sigue adelante. Y eso he hecho yo: seguir adelante.