La periodista Magdalena Ossandón, conductora del programa Persona personaje, de Canal 13C, lleva 29 años de matrimonio y tiene seis hijos. Convencida de que si hay algo por lo que las mujeres

debieran jugársela, es por ser madre, aquí se explaya en las ventajas de tener muchos hijos.

"El mejor tip doméstico que aprendí de mi madre es que nosotras somos el termómetro del ambiente. Siempre estamos pendientes si hace frío o calor, si hay que abrigar o desabrigar a los niños. Es medio latero, pero da buenos resultados para prevenir enfermedades"

¿Cómo resumirías la sabiduría que te transmitió tu madre en torno a la maternidad?

En que ser madre es amar, y amar es servir. Me lo enseñó con sus acciones y actitudes y yo intento practicarlo dentro de mis propias limitaciones.

Desde la época en la que a tu madre le tocó criar, a la que te tocó a ti, ¿cuáles son los mayores avances y retrocesos socioculturales de la maternidad?

Siento que hoy día la mujer ha desvalorado mucho el ser mamá. Lo ven como un problema y postergan demasiado la maternidad en favor del desarrollo de una carrera profesional "exitosa". La vida es muy corta y el tiempo biológico para ser madre también lo es. Soy partidaria de menos planificación, más entrega y mayor audacia. Si hay algo por lo que vale la pena jugarse, es por ser mamá. Es la mayor alegría y es connatural al ser más íntimo de la mujer.

Hoy, que las mujeres tienden a tener pocos hijos, ¿qué argumentos a favor puedes dar sobre las familias numerosas?

Creo que una familia es la mejor escuela de

formación integral de la persona. En una familia numerosa, a través de la vida cotidiana los hijos

van asimilando muchos valores como el compartir,

el apoyo de unos con otros, el aceptar los defectos del otro. Se crece en la tolerancia, el respeto y la capacidad de valorar el mérito ajeno. En el mundo tan individualista y competitivo que estamos viviendo, apostar por una familia numerosa implica para los padres, sin duda, mayores renuncias pero también mayores alegrías.

¿Qué rescatarías del rol maternal tradicional?

El tiempo es el gran tesoro que necesitamos las madres para educar y formar a nuestros hijos.

Creo que hoy el desafío es que las mismas

estructuras, la sociedad en su conjunto, permitan que la madre pueda cumplir en forma armónica

los diferentes roles y entregarse tanto dentro

como fuera del hogar.