El 3 de marzo se detectó el primer caso de Coronavirus en Chile. Dos semanas después, Walmart Chile –dueño de Lider, Lider Express, Acuenta y Central Mayorista- y Tottus fueron algunos de los supermercados que ya estaban limitando la venta de algunos productos. El pánico colectivo se reflejaba en estanterías vacías en supermercados y farmacias, donde productos para la limpieza, alcohol gel y mascarillas se agotaron a las pocas horas.
A más de 20 días del primer caso, las cifras de contagiados aumentaron a más de 700. A pesar del llamado de las autoridades a ser solidarios, pareciese que el miedo a la pandemia ha estado dominando a las personas. Pero es importante aprender a controlarlo, porque el miedo es contagioso y cuando se propaga afecta, por sobre todo, a los más desprotegidos.
Un miedo irracional
La psicóloga Camila Jalilie (@Psicologacamilajalilie) dice que "el miedo es una emoción adaptativa que nos sirve para estar alerta y tomar las medidas necesarias para cuidarnos". Este se propagó en el mundo más rápidamente que el coronavirus y es que las imágenes de supermercados vacíos son la prueba irrefutable.
Jalilie dice que gracias al miedo podemos adelantarnos y tomar medidas preventivas que pueden protegernos, como por ejemplo quedarse en casa para prevenir más contagios. Pero si este miedo se transforma en pánico se comienza a actuar irracionalmente, para luego tomar medidas contraproducentes como lo es abastecerse como si se fuera a acabar el mundo.
Somos seres emocionales y el miedo es una emoción que surge como una respuesta hacia una amenaza o peligro que puede ser real o imaginario, por lo que nos permite actuar rápidamente. El miedo evolutivamente nos salvaba de peligros, por ende este no nos da tiempo para pensar y tener perspectiva. Este sentimiento finalmente se impone a la razón y actuamos sin medir las consecuencias.
"No podemos controlar el miedo porque a diferencia de otras emociones, no se puede posponer. Lo sentimos inmediatamente, nos pone en un estado de alerta y conlleva un correlato fisiológico. Es decir, el miedo se expresa ya sea con problemas para dormir, taquicardia o temblores. Por lo tanto, es muy difícil de controlar, porque lo sentimos corporalmente", asegura Jalilie.
Tiempos desconocidos
Para el sociólogo británico Anthony Gidden, vivimos en una sociedad de riesgo donde estamos extremadamente preocupados por el futuro y por lo que va a pasar. Sin embargo, hemos podido domesticar el riesgo y manejarlo. Por ejemplo, hay vacunas o estadísticas que nos permiten predecir gran parte de las cosas que nos pasan o que nos enfrentamos los seres humanos en nuestra cotidianidad. Así lo explica la psicóloga Catalina Droppelmann, quien asegura que "en general cada vez estamos menos enfrentados a las incertidumbres y hemos logrado manejar los riesgos a los cuales podemos vernos enfrentados".
El coronavirus nos ha puesto en un escenario distinto. Y este momento ha adquirido un nivel de incertidumbre que no estamos acostumbrados a tener. Además, "nos saca de la rutina que estamos acostumbrados a vivir, que nos permite funcionar sin hacernos preguntas trascendentales como qué clase de vida quiero o qué clase de vida estoy llevando", dice Dropoelmann.
Este virus no nos enfrenta solamente a la incertidumbre de no poder manejar el riesgo ni saber lo que pasará en el futuro, sino que también nos enfrenta al miedo más terrible; la muerte.
Es importante lidiar con las sensaciones que trae consigo el miedo, y en especial no dejar que te controle. Así lo asegura la psicóloga clínica de la Universidad Católica, Candice Fischer, quien dice que es importante aprender a lidiar con esta crisis y lo que trae consigo la cuarentena como lo es el estar encerrado. Es importante agregar que si esta ansiedad o este miedo sobrepasa y empieza a ser un impedimento en la vida, es minuto de buscar ayuda profesional.
La propagación del miedo
Catalina Droppenman dice que la manera en cómo la gente se enfrenta a este tipo de sentimientos generalmente la agravan, como intentar manejar los riesgos e intentar tener todos los datos y estadísticas posibles. Todo para intentar tener bajo control esta amenaza.
Por eso es importante delimitar y definir los canales de comunicación donde recibimos esta información. Actualmente no podemos vivir aislados y la posibilidad de no enterarse de lo que está pasando en el mundo es mínima. Así lo explica el doctor en comunicación de la Universidad de Los Andes, Ricardo Leiva, quien recomienda informarse por fuentes oficiales.
Pero es difícil lograrlo cuando estamos en una crisis de confianza. Según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos, un 8% de los chilenos confía en la televisión y un 11% en los diarios. La credibilidad más alta la tienen la radio y las redes sociales, respecto a esta última un 47% de los consultados confesó que se informó por esta vía. Este dato no deja de ser preocupante porque sabemos que es difícil para algunas personas filtrar lo que es cierto o lo que es falso.
El doctor en comunicación dice que "la gente tiende a creer las noticias falsas más que las verdaderas porque muchas veces se ajustan a lo que queremos creer". Por esto es importante verificar la fuente para saber si lo que estamos leyendo es verdad o no. Una noticia falsa puede generarnos más miedo porque quedamos en la incertidumbre y muchas veces pueden ser sensacionalistas para alimentar el morbo.
El psicólogo social norteamericano Abraham Maslow escribió un ensayo donde habla sobre "la necesidad y el miedo de saber". En el plantea que el conocimiento es necesario para tener tranquilidad, pero nos puede generar mucha angustia. La psicóloga Candice Fischer asegura que, por un lado, está bien para mantenerse informado y tomar las medidas adecuadas, pero por el otro puede ser algo muy malo para la salud mental. No es sano estar atento todo el día a las redes sociales porque alimentará el miedo y el pánico. "Se convertirá en un circulo vicioso que nos generará una adicción. Es necesario limitar el espacio a las redes sociales y, sobre todo, cuidar la exposición de estas a los niños porque también pueden tener generar este tipo de emociones en ellos", finaliza.