Se las ha bautizado como mangas farol, abullonadas, 'gigot' en Francia y nombres un poco menos glamorosos como pata de jamón en España. Fueron las favoritas de diseñadores como Yves Saint Laurent, Christian Lacroix y Emanuel Ungaro en los años 80, y las casas de moda han jugado con ellas a lo largo de las temporadas. En 2016 formaron parte de las colecciones primavera-verano de Fendi, Dior, Erdem y J.W. Anderson. Este año, durante la época estival del hemisferio norte se han visto por todo el street style y el ondero Virgil Abloh las incluyó en su colección para Off White. "Las mangas abullonadas tienen carácter, su volumen da presencia y teatralidad", afirma la productora de modas Fernanda Zamora (@zamofer). "Solo hay que cuidar las proporciones para equilibrar la silueta con otros volúmenes más discretos e idealmente que sus telas tengan un cierto peso para que no se vean caídas", aconseja. Una buena opción es la popelina, una tela delgada y rígida que otorga peso y estructura a las prendas.
Para blusas y vestidos
El productor de moda Matías Amengual (@matthew_amengual) da tres consejos:
- La blusa debe quedar bien de pecho y espalda, por lo que hay que tener ojo con la talla. Las personas al ver cosas más 'grandes' suelen comprar una talla menos.
- Recomiendo comprarla en un color neutro y clásico para que sea mucho más fácil de usar y de combinar con las demás piezas del clóset. Si nos vamos a arriesgar con un color, que sea el beige. Es la tonalidad de la temporada.
- Si el vestido te llega bajo la rodilla, recomiendo usarlo con zapatos en punta, tacos o un botín bajo. Para así alargar lo más posible las piernas. Si corta justo en la rodilla o sobre esta, la combinación con botines para esta media estación es espectacular.