Paula.cl

Normalizar temas como la homoparentalidad es un deber del arte. El cine, por ejemplo, logra hablar de este tema, y esos son los proyectos en los que me gusta embarcarme. Esos que remecen y que hacen que la gente haga catarsis.

Creo que una película como Rara es necesaria en Chile. Es inocente, luminosa, divertida y entrañable. Su inteligencia está en el guion porque viene a abrir las cabezas de esa parte de la sociedad chilena tan pechoña, no a defender con la camiseta puesta la homosexualidad. Es un golazo político de la Pepa (San Martín) y de la producción, que entra de lleno al arco con una historia contada desde la percepción de dos niñas. Me encantaría que la mostraran en los colegios.

Me considero una madre de transición. Creo que todos los padres cuarentones somos más progre y nos caracterizamos por inculcar en nuestros hijos la diversidad, la tolerancia y el amor. Hay una parte de la sociedad que está atrasada y que tiene cierta desconfianza hacia temas como los que plantea Rara, pero soy optimista. Lo veo, estamos cambiando.

Los políticos no están dando el ancho. Hay un 80% de la población que quiere aborto en tres causales y ahí están, haciendo nada, poniendo trabas. Hay una crisis terrible en el Sename, pero no quieren legislar sobre la adopción homoparental. ¿Quién podría pensar que esos niños no preferirían estar con una familia que los puede llenar de amor? Si hay que ponerle nombre y apellido, lo asocio a la Iglesia Católica, la DC y la UDI.

Las mujeres no podemos caminar tranquilas en la calle. Somos violentadas constantemente. Tengo una hija de 15 años y no me atrevo a mandarla sola caminando al colegio porque en mi cuadra están haciendo cuatro condominios y la van a violentar. No es un prejuicio con el obrero de la construcción, pero el piropo está instaurado y normalizado como un chiste. 'Qué exageradas, no es para tanto', nos dicen. Sí es para tanto, nos están matando.

Me aburrí de actuar en teleseries. Porque es fome, no hay profundidad, son cien capítulos y te la pasas de enero a diciembre encerrado en un set. Entonces cuando viene una serie como Bala Loca, nos la devoramos. Echo de menos la preocupación por una realización de calidad y actores de más tamaños: gordos, bajos, morenos. Necesitaba hacer algo más profundo, que me exigiera más. No veo televisión abierta hace tres años.

Interpretaré a la ex miembro de la DINA, Mariana Callejas. La serie es de Andrés Wood y se llama Mary&Mike. A la vuelta del verano comenzaremos las grabaciones, en una co-producción internacional con Estados Unidos y Argentina. La historia está inspirada en la vida de ella y su marido norteamericano, ambos agentes del servicio secreto chileno, quienes llevaron a cabo atentados políticos, como el de Orlando Letelier en Washington. Es un tremendo personaje.

Me encantó actuar junto a mi pareja (Rodrigo Pardow) en Malas Costumbres. Porque es mi marido y lo adoro, y porque esta película es la primera de comedia negra en la que participo. Fue una manera de apoyarlo, pero también de trabajar en equipo.

No me he despedido de la televisión. Ya he hecho dos series y voy por la tercera, pero ganas de encerrarme en un estudio ocho meses no tengo. El teatro me gusta, pero no me mata. Si tuviera que elegir, elijo hacer películas todo el rato.