María José Ramirez, coach de alto rendimiento

Coach



Mientras estudiaba Psicología en la Universidad Católica hace casi 20 años, María José Ramírez empezó a desarrollar un interés por el running. “En ese tiempo nadie corría y yo pensaba que me encantaría poder correr diez kilómetros o incluso solo cinco″, comenta. Sin embargo, en una época en que correr era un hobby que muy pocos seguían, María José sentía que era una meta imposible de alcanzar para ella. Pero, a pesar de esa voz interna que le decía que no lo lograría, comenzó a entrenar y se preparó para su primera corrida en un entorno de familia y amigos escépticos que, veían este objetivo como una locura.

Durante su primera carrera, casi al llegar a la meta de los 10km, María José sintió una emoción que nunca antes había vivido. “Yo pensaba que esto era imposible para mí y realmente no lo era. En ese momento me di cuenta de que era capaz de todo”. A partir de esa epifanía, comenzó a cuestionarse cuántas otras experiencias creía imposibles pero en realidad no lo eran. Solo habían barreras mentales auto impuestas que le impedían alcanzar esos objetivos.

A partir de esta experiencia pasó de esos primeros 10km a correr maratones completas y es que empezó a investigar el rol que jugaban las creencias limitantes y discursos internos en el cumplimiento de metas. Ya como psicóloga decidió certificarse también como coach. Hizo un magíster en Psicología Deportiva y luego un PhD en Aprendizaje Experiencial.

Partió trabajando en sus propias barreras mentales pero luego comenzó a aplicar los conocimientos que había recopilado para ayudar a deportistas a alcanzar sus metas y objetivos. “Empecé a trabajar con deportistas porque me había especializado en Psicología Deportiva pero, de a poco, comenzaron a llegar gerentes que sentían que necesitaban ese mismo tipo de habilidades”, recuerda. Así comenzó su camino como coach de alto rendimiento. Hoy trabaja con profesionales de todas las áreas —médicos, abogados, gerentes, empresarios, traders, músicos— quienes, al igual que los deportistas, deben estar preparados entregar una performance de alto nivel de forma consistente y bajo mucha presión.

¿Cómo definirías el concepto de alto rendimiento?

Hay un mal entendimiento de que para rendir a un alto nivel me tengo que explotar y tengo que darlo todo, dejar todo lo demás a un lado. Pero esa estrategia tiene un alto costo en nuestro cuerpo. Yo no avalo ese sistema, sino que quiero lograr que rindas a un alto nivel en tu propia disciplina pero, también, en todas las otras áreas de tu vida. Porque el objetivo de fondo es tener una vida plena. Por eso creo que el alto rendimiento debemos entenderlo como ser capaces de ejecutar consistentemente tareas y acciones en todas las áreas de tu vida lo mejor que puedas. Enfocándote en lo que es importante para ti, en aportar a otros disfrutando tu camino de forma sostenible. Estas habilidades son transversales para cualquier profesión, incluso son aplicables a niños. Los podemos ayudar a desarrollar esta mentalidad de rendimiento sostenible enfocándose en lograr que tengan vidas más felices.

¿Cuáles son los aspectos más importantes para alcanzar este rendimiento de excelencia?

El foco, la mentalidad, el cómo uno se habla a sí mismo, cómo visualizamos ciertas cosas, cómo aprendo de mis experiencias. Todas esas son habilidades mentales que le sirven a todo tipo de profesionales. Con estas herramientas se puede ayudar a personas a salir del estancamiento, a vivir vidas plenas. Les permiten a equipos rendir bajo presión. Porque cuando los equipos necesitan rendir en un alto nivel consistentemente es necesario que desarrollen las habilidades mentales para soportar situaciones de alto estrés y, así, mantener sus rendimientos en el tiempo y de manera sostenible.

El concepto de alto rendimiento lo asociamos al deporte, pero ¿cómo se entrena a profesionales de otros rubros para que alcancen una performance de alto nivel?

El proceso de coaching trabaja dos líneas principales. La primera son profesionales que se sienten estancados y, la segunda, son personas o equipos que necesitan desarrollar las habilidades para tener fortaleza mental y rendir a su mejor nivel. El mismo tipo de estrategias es aplicable en mi trabajo con ejecutivos, políticos, directores y gerentes que, en general, llegan a consultar porque se sienten estancados y quieren llegar más allá.

El paso previo a comenzar a trabajar en habilidades es determinar cuál es su propósito, sus objetivos, cómo se ven en 10 años más. Después comenzamos a estudiar diferentes conceptos asociados al rendimiento. Por ejemplo, me gusta explicarle a mis clientes que existe una zona de oro, en la que uno rinde en su máximo potencial, y una zona verde que es la que sostiene esta zona de alto rendimiento. A partir de ahí vemos qué sistemas son los que necesitan para poder rendir a un alto nivel. Pero los conceptos previos son importantes porque, muchas veces se deja de lado esta etapa que llamo la zona verde y que es clave para sostener el alto rendimiento en el tiempo. La parte final es efectivamente enfocarnos en los objetivos y definir qué es lo que necesitan hacer día a día de forma concreta para alcanzarlos.

También hay otra línea de trabajo que son las habilidades mentales para sostener un alto rendimiento de forma consistente. La idea no es tener un peak un día y que después eso baje. Muchas personas sí son capaces de rendir en el corto plazo pero rápidamente se queman. Lo que buscamos es que se logre el alto rendimiento pero que lo puedan mantener a lo largo del tiempo. Para eso trabajamos en la mentalidad, en cómo analizo y aprendo de mis experiencias, en análisis de rendimiento, recuperación, el foco y el manejo de distracciones. Todas son cosas que se exigen pero que nunca se enseñan.

¿Cuál es el error mas común que la gente comete cuando trata de rendir y no lo logra?

Los errores que muchas veces las personas cometen es ponerse objetivos que no son profundos y que no los movilizan realmente. No saben por qué están haciendo las cosas. Y esos objetivos se caen fácilmente. Por eso es importante enfocarse en los objetivos al final del proceso y no al principio, porque así hay una base que sostiene este alto rendimiento. Cuando uno hace las preguntas correctas, las personas pueden avanzar muy rápido en lo que se proponen. Muchas veces lo más difícil viene después. Es el accountability o el ser capaces de comprometernos a cumplir con nosotros mismos. Por eso tener un coach nos ayuda a mantenernos en el camino que nos propusimos.

¿Cuáles son las profesiones más inesperadas con las que te ha tocado trabajar?

He trabajado con personas de muchas áreas diferentes pero, en un principio, cuando me empezaron a consultar por estos temas, me llamó la atención la cantidad de CEO y gerentes. También equipos de ventas y profesionales del rubro de la tecnología.

¿Por qué llegan las personas a consultar con un coach de alto rendimiento?

En la mayoría de los casos sienten que no están rindiendo. Más que personas muy autoexigentes yo diría que son personas que quieren ir más allá y que tienen altos estándares para sí mismas. Saben que las estrategias que están usando no les funcionan y no saben por dónde abordar el problema. También llegan deportistas o equipos de venta que están en entornos altamente demandantes donde tienen que ser capaces de pensar claramente o rendir en medio del caos y el estrés. Sienten que las cosas a veces se les van de las manos y necesitan herramientas. La psicología del alto rendimiento es como una caja negra porque nadie sabe muy bien qué hay en la mente. Pero todas estas personas que consultan tienen en común el que intuyen que hay algo ahí. Cuentan con los métodos y conocimientos técnicos, muchas veces incluso tienen las habilidades. Pero nada de eso es suficientes si es que mentalmente no son fuertes.

La mayoría las personas llega sin entender mucho qué es lo que necesita, qué es lo que está buscando o cómo yo los puedo ayudar. Saben que hay algo en la mente, saben que la fortaleza mental, la mentalidad y el foco son importantes, pero hay poco conocimiento de qué son estas cosas y cómo trabajarlas.

¿Qué estrategias puedes compartir con las personas que quieren tener un rendimiento de excelencia en su profesión?

Lo fundamental son dos cosas. Primero el foco. La concentración es la habilidad mental más importante de todas. Si tú quieres rendir a tu mejor nivel, sea cual sea tu área; o si eres principiante o estás muy preparado técnicamente, el foco es fundamental. Implica estar con tu mente en el aquí y en el ahora pensando en la técnica, en el movimiento, en cuál es la tarea de este momento. La gente muchas veces dice ‘yo trabajo mucho mejor multi tasking’ pero no es así. No trabajamos bien el multitask. De hecho, es lo que nos hace rendir peor. Se cometen más errores, demoras más y te estresas. Estar recibiendo mensajes de Facebook, contestando mails y teniendo mas de 10 pestañas abiertas en el computador es una trampa en la que caemos cuando tenemos muchas presiones y muchas demandas. Se duerme menos para trabajar más. Empezamos a comer mal, abandonamos el deporte y nuestras relaciones personales. Y eso es lo que normalmente entendemos como estar motivados. Pero, en realidad, esta dinámica funciona a corto plazo y a la larga nos hace rendirnos.

Para pensar bien y rendir de manera adecuada necesito todo un sistema que me apoye. Un cuerpo que está funcionando, estar bien hidratada, estar bien alimentada y habiendo descansado la mayor cantidad de tiempo posible. Sin eso yo no puedo pensar y no puedo rendir. Muchas personas dejan todo de lado para poder rendir y eso es un error tremendo. El segundo consejo es ese: cuando estamos bajo presión necesitamos estos periodos de recuperación. Hay que hacerlos de manera consciente. Enfocarnos más en eso, en alimentarnos bien durante estas instancias, tomar mucha más agua, hacer más ejercicio, dormir las horas que necesitamos. Hay momentos para rendir y en esos es clave tener foco y concentración en una cosa a la vez. Pero luego, viene la recuperación a consciencia. Porque esos son los momentos que me sostienen para rendir a mi mejor nivel.

Me comentaste que la maternidad también es un área donde se puede aplicar el concepto de alto rendimiento, ¿de qué manera?

El alto rendimiento aplica a todas las áreas en las que hay demandas y resultados importantes. En la maternidad hay mucha demanda. Criando a los hijos tenemos que hacer muchas cosas al mismo tiempo o cumplir con muchas expectativas, incluso con las expectativas de nosotras mismas. Para poder funcionar bien en la maternidad, tal como en otros ámbitos, uno de los aspectos importantes es cuidarnos a nosotras mismas. Tenemos que implementar los sistemas que nos ayudan a sostenernos para poder estar ahí con nuestros hijos, estar pensando bien, claramente. Mantener nuestras emociones reguladas o estar auto reguladas y no estar explotando a cada momento. He visto mucho cómo las mamás dejan de lado todo. Cómo dejan el deporte, dejan de comer bien, todo sea por sacrificarse por los hijos. En el fondo eso es nefasto porque eso va a pasar la cuenta. No vas a poder estar presente. No vas a poder tener la paciencia que necesitas. Tal como el aviso de seguridad en el avión: ponte tu máscara primero y después pones la de tu hijo. Porque yo tengo que estar bien y después puedo ayudar el resto. Esta idea del sacrificio nos hace daño. Y si bien estar presente haciendo una cosa a la vez no siempre es posible, es bueno que lo intentemos.

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