La voz femenina de la economía

Marlén Eguiguren (32) –la hija periodista de Karin Ebensperger– se fascina con las cifras. Además de conductora y editora de economía en CNN, acaba de integrarse al programa A río revuelto, de radio Paula, para aterrizar los números a la vida cotidiana. Es una función social, dice. Aquí, sus opiniones.




"Los abusos económicos se producen cuando no entiendes. Es ahí cuando te pasan gato por liebre. Por eso es tan importante la función social de bajar la economía a la comprensión de todos. Tratar de explicar en fácil algo que parece difícil, me fascina. Yo misma tenía ese susto de no entender la economía, porque los economistas suelen hablar en un sublenguaje complejo con frases como "capacidad ociosa", que no es otra cosa que gente que no está trabajando".

"Hay veces en que creo que los maridos, pololos o pololas de mis hermanos se latean, porque en mi casa hablamos mucho de actualidad. Siempre ha sido tema. Todos tienen opinión de lo que está pasando: de política internacional, de política nacional, de economía. Mi familia es bastante conservadora. Yo soy como de las más chasconas. Del ala liberal".

"No quedé en CNN por la prueba de cámara. Estoy acostumbrada a conversar con mucha energía cuando hay otro delante, pero con la cámara se me fue esa energía. Entonces no quedé. Al principio me hice la chora, que no me importaba. Al otro día llamé de vuelta a CNN y me dijeron que no. Insistí, insistí, insistí. Llamé mil veces, no me contestaban. Me contestaron, me dijeron que me devolverían el llamado y no lo hicieron. Volví a llamar. Hasta que me dieron otra oportunidad y quedé. No sé si lo hice tan distinto, pero creo que les gustó mi convicción y persistencia. Eso de decirles: "Ustedes se están equivocando. ¡Yo soy la persona que necesitan!"".

"Si no hubiese existido la presión sobre HidroAysén, ellos hubieran inundado casi seis veces más de lo que hoy van a inundar. Pero creo que se ha extremado el discurso. A priori no estoy ni en contra ni a favor de HidroAysén. Es tan importante que existan grandes grupos empresariales que hagan inversiones que de otra manera no se podrían hacer, como que tengan un contrapeso que antes no tenían".

"Me carga hablar de consumidores, me gusta hablar de personas. Somos personas que realizamos actos de consumo. Antes, las empresas tenían el toro por las astas y podían vender lo que ellos querían vender, dando la información que ellos querían dar. Hoy no. Hoy hay una persona mucho más empoderada, que está haciendo que las empresas, les guste o no, tengan que dar más información de lo que venden".

"La gratuidad en la educación universitaria es injusta. ¿Por qué el Estado tiene que gastar plata en mí, que sí puedo pagar el colegio o la universidad? La manera de llegar a la equidad es dando créditos mucho más blandos, probablemente aportados por el Estado. Créditos solidarios y muchísimas más becas. Si la educación fuera gratis, y la selección fuera por puntaje, entrarían las personas de los colegios más ricos. Y gratis, además".

"Me han llamado de otros canales. No me he ido porque no se ha concretado ninguna oferta, pero también porque creo mucho en la segmentación. La verdad es que me gusta tanto lo que hago… Creo que "menos es más". Y con "menos" me refiero a no abarcar tanto tema. Yo no me veo el día de mañana como el rostro de un noticiario, me veo analizando y bajando temas económicos. No me veo en otros temas, porque en ese sentido soy muy matea. Me gusta hablar y dar a conocer lo que sé. Y en esto yo ya he invertido mucho".

"Marx está de vuelta. Últimamente Marx está de moda entre grandes economistas internacionales y asesores de bancos. Marx estuvo guardado mucho tiempo porque se asociaba con Lenin, con el comunismo, con la Unión Soviética. Pero es un filósofo. Y hoy lo están tomando como un referente más, porque hay necesidad de que te adviertan que el capitalismo puede ser autodestructivo. La economía tiene mucho de filosofía. Y yo filosofé desde chica. Desde que en séptimo básico me leí en alemán toda la colección de Hermann Hesse".

"Es rudo Twitter. El trolleo existe. Y que tire la primera piedra el que no lo haya sufrido. Recibo mucho trolleo de gente de derecha que dice que soy muy proselitista en los comentarios en los que hablo del abuso que existe. También me trollea gente muy de izquierda, que dicen que soy vendida al sistema. Pero cuando recibes críticas de un lado porque eres muy del otro y del otro porque eres muy del uno, entonces dices "estoy más menos equilibrada"".

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