El aislamiento como oportunidad de explorar la masturbación
Las inquietudes que surgen en torno a la sexualidad suelen ser infinitas; sin embargo, muchas veces son omitidas por miedo a que se traten de una excepción. En Paula quisimos conversar sobre estos temas abiertamente y darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.
LA PREGUNTA
"Llevo dos años pololeando pero, como no vivo con mi pareja, estoy sola en este aislamiento. El problema es que nunca me he atrevido a tocarme a tal punto de llegar a una verdadera excitación y ahora me di cuenta de que necesito aprender a dejar de depender de otros para sentir placer. Por lo mismo, quería saber qué consejos existen para aquellas mujeres que estamos interesadas en probar la masturbación".
Antonia, 29 años.
LA RESPUESTA
A raíz del aislamiento a causa del coronavirus, el Departamento de Salud de Nueva York –ciudad de Estados Unidos que concentra la mayor población de contagiados de Estados Unidos– compartió un artículo a través de Twitter sobre las precauciones que deberían tener sus habitantes respecto al sexo. Sus consejos provocaron los aplausos de sus seguidores, quienes, acostumbrados a la formalidad del establecimiento, se sorprendieron con el contenido y el tono. "Tú eres tu compañero de sexo más seguro. La masturbación no te contagiará de Covid-19, especialmente si te lavas tus manos (y cualquier juguete sexual) con jabón y agua", mencionaron en el tweet para presentar el tema.
Para Josefina Lazcano, psicóloga con postgrado en Terapia Sexual de la Universidad de Barcelona, estos tipos de mensajes significan un gran avance. "La masturbación, en general, se trata de un tema tabú, lleno de prejuicios y restricciones. Sobre todo para las mujeres, quienes crecimos con la idea de que debemos ser descubiertas por un otro. Es esencial que nos toquemos, porque es la única manera de saber qué es lo que nos gusta y cómo lo queremos", asegura.
Una de las principales razones por las que las mujeres no nos atrevemos a incursionar en la masturbación tiene que ver con cómo nos enfrentamos a nuestros genitales. "Desde chicas nos enseñaron que la vagina era poco higiénica, que olía mal y que debíamos alejar nuestras manos de ese lugar. Porque son, supuestamente, zonas prohibidas. Aunque ha habido un avance, sigo recibiendo llamadas de mis pacientes preocupadas porque sus hijas se están tocando el clítoris. Obviamente esta connotación negativa va a repercutir en cómo nos relacionamos con el placer", asegura Josefina.
Además, tanto mujeres como hombres, continuamos pensando que la masturbación es algo que se debería practicar en la soltería. "Me parece genial que se aproveche el aislamiento para esto, pero creo que es súper importante recalcar que la masturbación no está obligada ni limitada a la pareja. No es una infidelidad, no significa menos amor. Es estar con uno mismo un rato y eso no tiene nada de malo", dice.
Para quienes aún no saben cómo indagar en al autoplacer, le pedimos a la experta que comparta sus consejos:
Mirarse los genitales: Lo primero, es agarrar un espejo y verse. Porque como las mujeres tenemos nuestros genitales hacia adentro, a diferencia de los hombres, es mucho más difícil conocerse. Si esto causa pudor, Josefina comenta que una buena idea es buscar imágenes en internet, pero que esto es primordial para saber qué estamos tocando.
Empezar a tocar de a poco: La mayoría de las mujeres tiene orgasmos a través del clítoris. de hecho, un 67% aseguró que prefieren la estimulación de este órgano antes de la penetración, según un estudio publicado por The Journal of Sex and Marital Therapy. Sin embargo, aún hay algunas que no lo saben porque no se atreven a tocarlo. Un buen ejercicio es ir de a poco con el dedo e ir controlando el ritmo según el gusto de cada una.
Probar juguetes sexuales: Lazcano recomienda que las principiantes comiencen con pequeños consoladores o vibradores. Esto no es un requisito, sin embargo, hay mujeres que los prefieren. "Sugiero probar vibradores que estimulen el clítoris y que no sean muy invasivos porque, si se opta de inmediato por un tamaño muy grande, podría provocar dolor. Hay algunos que son mucho más amigables visualmente y que pasan súper desapercibidos, por si a algunas les da vergüenza.
Ver pornografía: esto tampoco es necesario y depende de los gustos de cada una. No obstante, es una buena idea para conocer qué les excita. "Recomiendo el sitio web Pornhub porque es como la página magna de la pornografía y está todo súper bien ordenado. Hay categorías con sexo heterosexual, homosexual, tríos, masturbación, entre otros", dice.
Explorar la mente: No hay que temerle a la imaginación y a atreverse a fantasear aquellos deseos que suelen estar reprimidos. La sexóloga asegura que un buen ejercicio es cerrar los ojos, pensar en algún lugar y en alguna persona que produzca excitación. Jugar con los tiempos, con la historia y dejar que la mente dirija al placer mientras nos tocamos.
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