La pregunta que dio origen al juego de cartas Queeng es una que probablemente miles de niñas le han hecho a sus padres cuando aprenden a usar naipes por primera vez: ¿por qué la reina vale menos que el rey? La diferencia es que Maayan Segal, una adolescente israelí quien por ese entonces tenía solo 13 años, no pudo dejar ir esta inquietud que la asaltó en medio de unas vacaciones cuando se disponía a jugar cartas con su familia. “Cuando le pregunté a mi papá por qué la reina valía menos, no pudo darme una buena respuesta, porque la verdad es que no existe una. Todos los géneros son igualmente valorables”, explica Maayan, actualmente una adolescente de 16 años en el pitch de la campaña de Indiegogo a través de la cual busca financiamiento para lanzar al mercado su propia versión del tradicional juego de naipes. Una en la que no solo la reina y el rey tienen valores equivalentes, sino que, además, existe una princesa como contrapartida al Jack, una versión femenina del Jocker y que, en su segunda edición, contará también con personajes étnicamente diversos.

Apoyada por su papá, Maayan ha logrado transformar una inquietud que probablemente muchas de nosotras hemos tenido en una solución concreta que generará un impacto. Gracias a la exitosa recaudación de fondos que ha hecho online –hasta ahora han logrado juntar casi medio millón de dólares para la producción masiva de barajas de naipe sin sesgos de género– Queeng será un juego que pondrá sobre la mesa de miles de niños y familias completas un concepto más igualitario y equitativo de identidad de género.

¿Qué fue lo que te impulsó a tomar acciones concretas y no quedarte en simplemente las dudas o las quejas contra un sistema machista?

Creo que lo que más me motivó a tomar acción fue que entendí que este tema afecta a muchísimas mujeres en todo el mundo. Me afecta a mí y a mis amigas, pero también a miles de mujeres en otros países. También entendí que, incluso, si yo no logro hacer un gran impacto con mis acciones, al menos sé que lo intenté y mis actos quizás incentiven a otros a actuar de manera distinta o a generar sus propios cambios.

¿Por qué crees que hay muchas mujeres y jóvenes que se sienten poco empoderadas para tomar acciones frente a las situaciones que perciben injustas y solo se quedan en identificar el problema?

Creo que la diferencia entre las niñas que deciden cambiar el status quo y las que se sienten sin el poder para hacerlo radica en la educación que han recibido. Me parece que cuando una mujer es criada en un entorno que la ha ayudado a entender que el estado de las cosas no es algo estático y que además es ella quien puede generar esos cambios, permite que se atrevan a hacerlo. El hecho de que todavía haya mujeres en el mundo que se sientan desvalidas cuando se enfrentan a la inequidad es lo que permite que esta perdure. Cuando todas entendamos que tenemos suficiente poder para pelear contra la forma en la que el mundo funciona, todo será distinto.

¿Hay alguien que haya sido una inspiración para ti cuando decidiste crear Queeng?

No creo tener solo una persona que sea mi inspiración, sino más bien todas las mujeres fuertes que he visto hacer cosas para combatir la injusticia o que siguen luchando para prevenir la inequidad. Las mujeres nos dan confianza a otras mujeres y niñas en el mundo y nos ayudan a todas a entender cuánto valemos. A mí personalmente fueron esos ejemplos los que me dieron la confianza para empezar este proyecto y hacer algo concreto por las cambiar las cosas en las que creo.

¿Alguna vez alguien te ha cuestionado por tomarte este tema tan en serio? ¿Te han dicho quizás algo como: ‘Maayan, déjalo, es solo un juego’?

Mucha gente me ha preguntado por qué creo que un simple juego de cartas podría cambiar un problema tan grande que nos afecta a tantas personas en el mundo. Mi respuesta a eso es que no creo que las cartas simplemente vayan a resolver el problema, pero sí creo que, una vez que las personas compren estos naipes y se los lleven a sus hijos, esos niños van a empezar a hacerse preguntas que iniciarán una conversación sobre equidad de género. Es importante que desde una edad temprana los niños tengan claridad sobre estos temas y estén educados para resolverlos y no para asumirlos como una barrera en sus vidas.