En mayo de 2023, The New York Times publicó un artículo que nos sorprendió y entusiasmó: algunas empresas de Gran Bretaña estaban implementando iniciativas para hacer que sus lugares de trabajo fueran amables con la menopausia. Un movimiento que parecía casi de ciencia ficción, pero que ya es una realidad. Más de 50 organizaciones en ese país, incluidas HSBC UK, Unilever UK y el club de fútbol West Ham United, han sido certificadas como “favorables a la menopausia”, a través de una acreditación desarrollada por Henpicked, una empresa de formación profesional. Esta certificación no es solo un adorno de buenas intenciones: incluye políticas de apoyo concreto, como horarios flexibles, capacitación sobre los síntomas y adaptaciones en el lugar de trabajo.

El impacto ha sido notable. Según una encuesta realizada en 2023, tres de cada diez lugares de trabajo en Gran Bretaña ya cuentan con políticas relacionadas con la menopausia. Y no se detiene ahí: el Parlamento británico, tras varias audiencias sobre el tema, está presionando para que estas políticas se amplíen y se generalicen aún más.

Lo más llamativo de esta iniciativa es que ha cruzado el Atlántico. En Nueva York, el alcalde Eric Adams anunció a principios de 2023 que su gobierno se comprometería a “cambiar el estigma en torno a la menopausia” y a crear lugares de trabajo más favorables para las mujeres en esta etapa de la vida. Lo que comenzó como una conversación tímida, está cobrando fuerza como un movimiento para retener a las mujeres en el lugar de trabajo, especialmente en los momentos en que su experiencia y conocimiento son más valiosos que nunca.

En Chile, ni el Parlamento ni los alcaldes han puesto el tema sobre la mesa, y eso es problemático. Porque la menopausia no es solo un asunto personal, es colectivo.

Los síntomas de la menopausia son una barrera real para muchas mujeres en su lugar de trabajo, justo cuando están en condiciones de asumir roles de liderazgo. ¿Cuántas mujeres con décadas de experiencia han sentido que sus carreras se ven interrumpidas por algo de lo que nadie habla? Una encuesta de 2021 realizada por la Clínica Mayo reveló que alrededor del 10% de las mujeres entre 45 y 60 años en Estados Unidos tomaron tiempo libre en el último año debido a los síntomas de la menopausia, lo que costó a los empleadores alrededor de $1.8 mil millones de dólares.

Las organizaciones pierden talento valioso porque no están preparadas para apoyar a las mujeres en esta etapa de su vida.

Comencemos a hablar de la menopausia en los espacios donde trabajamos. Este tema no es un capricho ni una cuestión marginal. Afecta la productividad, la salud mental y la equidad de género. Al no abordarlo, estamos perpetuando un sistema que castiga a las mujeres por envejecer, en lugar de apoyarlas para que puedan seguir contribuyendo con todo su potencial.

En Chile no podemos seguir permitiendo que las mujeres atraviesen esta etapa en silencio, sintiéndose solas y sin el apoyo que merecen. Necesitamos que los empleadores, los sindicatos y los legisladores se unan a este movimiento. Porque la menopausia no debe ser vista como una “zancadilla” en la carrera de las mujeres, sino como una fase más de la vida, una que debe ser vivida con dignidad y apoyo.

La menopausia es parte de nuestra vida, de nuestra identidad, y debe ser respetada en todos los espacios, especialmente en el lugar de trabajo donde pasamos gran parte del día. Porque, al final, entender la menopausia es conocernos a nosotras mismas. Y eso es algo que todos, desde el Parlamento hasta las oficinas más pequeñas, deberían entender.

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* Viviana González, Paula Olmedo y Nicoletta Pranzini. Autoras de Meno es +, por una menopausia informada y acompañada