Mercurio, el planeta más cercano al Sol, representa para la astrología el modo en el que entendemos las cosas y que también las compartimos a través del lenguaje. Durante tres o cuatro veces al año, en períodos de tres semanas, este planeta vive un proceso bastante manoseado por la cultura pop: el de su retrogradación.

El movimiento retrógrado no es algo que esté ocurriendo realmente en el cielo. Este proceso es solo un efecto visual dado nuestro punto de observación, que se ve sobrepasado por la órbita de Mercurio, dada su posición en el sistema solar. Este efecto, aun cuando no exista para la astronomía como algo real, es importantísimo para comprender los procesos que experimentan los planetas en la disciplina astrológica.

Mercurio retrógrado no es como lo pintan. No siempre regresan los exes o se echan a perder las cosas o perdemos nuestros documentos. Este tránsito nos remite a revisitar procesos, traer viejas ideas a la tabla, comprender las cosas desde un ángulo diferente o, como nos toca en este tránsito en particular, esperar a la manifestación de resultados concretos.

Venimos de un eclipse de Sol en Aries, que el 19 de abril nos llamó a encender una llama que se sostendrá a lo largo del paso de los eclipses por este signo y su opuesto, Libra. Este Mercurio retrógrado, que ocurre solo a dos días de este evento cósmico, nos pide que seamos capaces de integrar la paciencia y la calma en el proceso que se inició en Aries.

Así, muchas cosas que se han precipitado durante estos últimos meses comenzarán a ser pensadas, para así tomar forma. Es momento de hacer que las crisis que se han iniciado tengan un sentido claro en la realidad, que se desenvuelvan los procesos, y que la lentitud le de intención a eso que podemos estar queriendo manifestar.

Este Mercurio retrógrado nos está llamando a tomar aire fresco luego de una gran maratón ariana que puede habernos dejados exhaustas. Estos momentos son para darnos cuenta de cuánto hemos avanzado y hacia dónde hemos ido, qué hemos creado en estos últimos dos meses, cuáles han sido los resultados de las decisiones que hemos tomado y en qué tierra firme nos estamos parando ahora.

Es posible que reconozcas muchos cambios en este proceso. Mercurio retrógrado estará uniéndose a Urano en Tauro, aspecto que nos llamará a encontrar respuestas diferentes, a darnos cuenta, a analizar desde otra perspectiva lo vivido. Esto hará que tomemos decisiones en la materialidad que impacten directamente cómo estamos percibiendo el mundo aquí y el ahora.

Es momento de ordenar nuestros recursos materiales, especialmente lo que respecta a nuestros gastos. Las energías no están para despilfarrar lo que no tenemos, así que no te caigas al exceso. Es también momento de poner en orden nuestras prioridades, especialmente lo que nos trae calma y estabilidad en nuestras vidas.

Es momento de entender cómo estamos habitando el aquí y el ahora, cómo integramos el descanso, qué consideramos la zona de confort en este momento en nuestras vidas. Es muy posible que personajes del pasado aparezcan para hacernos entender que estamos integrando de otra forma la experiencia del presente.

Durante este tránsito, es recomendable que aprendas a escuchar lo que está pasando dentro de ti. Tauro es el signo relacionado con los cinco sentidos, así que es momento de que escuches tu cuerpo: ¿dónde está la crisis alojada en él? ¿Qué necesita ese lugar en este momento? Atiende tus energías, pues necesitaremos mucho del silencio y la calma durante estas tres semanas.

Si eres Tauro, Leo, Escorpión o Acuario de Sol, Ascendente o Luna, te verás más afectada que otros signos, especialmente si tienes planetas o puntos en Tauro en tu carta astral. Para poder saber cómo afecta este tránsito en tu carta, ubica a Tauro dentro de ella: el número de casa donde esté será donde más sentirás el llamado a pensar las cosas de otra manera.Que ninguna energía te robe la templanza ni te arranque del centro en estos momentos.