Loreto González es una emprendedora chilena de 49 años, diseñadora y modelista de calzado, fundadora de la marca Cuarentatacos. A pesar de haberse graduado en una Facultad de Artes en el año 2002, no diseñó su primer modelo de zapato hasta cumplir los 40. Lo llamó “Carmen”, en honor a su madre, y ha sido un éxito. Es el modelo que más vende hasta hoy, convertido en ícono de su marca.
Pero en la historia de esta emprendedora, la familia es todavía más importante. Después de obtener su Licenciatura en Artes, Loreto partió a España, donde permaneció durante 10 años, vinculada al arte, junto a su marido.
Forzados por las circunstancias, regresaron a Chile en 2012, con tres niños pequeños, de uno, tres y seis años. Después de todo ese tiempo fuera del país y con una profesión difícil, Loreto tenía que reinventarse “y trabajar en algo que me permitiera además, seguir cuidando a mis hijos”, cuenta.
En ese momento decidió reencontrarse con el taller de su padre: modelista y fabricante de zapatos de mujer, quien para entonces tenía 70 años de edad y 40 de experiencia en el negocio del calzado. Don Luis González es un testimonio de la historia de la industria del calzado en Chile. Sector que tuvo un notable desarrollo, pero se desmoronó con la apertura comercial de finales de los 80. Desde entonces, mantenerse en el rubro “ha sido una tarea quijotesca” para él, dice su hija. Las importaciones continúan y la desaparición de las fábricas de calzado se lleva por delante la cadena de producción de insumos y los maestros zapateros. El taller de su padre, que a principios de los 2000 llegó a tener 25 personas trabajando, hoy mantiene a cuatro, todos adultos mayores de entre 60 y 70 años, más su padre, que ya tiene 80.
En el año 2012 el padre de Loreto estaba pasando por un momento muy difícil en lo laboral y en lo personal; estaba a punto de cerrar su taller. Entonces ella quiso ayudarlo a actualizar sus diseños y métodos de trabajo.
A pesar de haber crecido en el taller de un fabricante de zapatos, Loreto jamás se había interesado en el oficio, ni siquiera le gustaban los zapatos, ni los que hacía su padre o cualquier otro fabricante. Ella solo usaba zapatillas.
Entonces, lo primero que hizo fue tomar un curso de diseño de calzado en la Universidad Católica, con la profesora Isabel Miranda. En ese momento comprendió que tenía todo para dedicarse a hacer zapatos. Vio por primera vez ese espacio de trabajo de su papá como un lugar creativo lleno de oportunidades, tenía un taller completamente instalado, contaba con la experiencia de su padre y la confianza de sus proveedores.
En ese momento se vivía un resurgimiento del calzado chileno, dirigido principalmente por personas de áreas creativas como diseño, arquitectura, artes etc., quienes vieron en el calzado una oportunidad de negocio y una instancia reivindicativa de este oficio, además de creativa. Y pasaba otra cosa. Este negocio, que siempre había sido muy masculino, en esta nueva etapa, la mayoría de las marcas eran lideradas por mujeres.
En ese contexto Loreto se dio cuenta que ella podía crear una marca propia. Así, en 2017 decidió emprender, crear su marca, que bautizó biográficamente como “Cuarentatacos”.
Desde ahí, el camino no ha sido fácil. Existe mucha competencia. Además, fabricar zapatos en Chile es muy caro, la oferta de insumos es muy limitada y ella tenía además la sensación de estar muy atrasada, por todo el tiempo que estuvo fuera del país. Pero se ha esmerado por profesionalizar su actividad.
Partió haciendo el circuito de ferias. Formó parte de Calzado Oficio, un colectivo colaborativo donde se reunieron libremente diferentes marcas para potenciarse y participar en ferias, publicaciones y compartir sus saberes.
En 2020 entró en el Gremio Moda Chile, que reúne a más de 60 marcas de Diseño e indumentaria diseñada y fabricada en Chile bajo el concepto de Moda de Autor y moda Slow. En 2023 abrió su tienda en la Galería Drugstore, junto a sus socios de la marca Sago Estudio. En 2024 recibió el apoyo de Sercotec para invertir en maquinaria y desarrollar nuevas líneas de trabajo como accesorios y marroquinería.
Actualmente sigue trabajando con su padre para mantener el taller en funcionamiento, prestando servicio a otras marcas y a la suya. “A pesar de lo complejo del rubro, no dudo en seguir trabajando en ello, creo que es un negocio que tiene todo para funcionar, es un oficio que genera empleo y cultura a nuestro país, y es un oficio en vías de extinción que quisiera preservar”, sostiene Loreto.
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Puedes encontrarlos en la Galería Drugstore, Local 48. Av. Providencia #2124 ,
IG: cuarentatacos_zapatos