Hasta que empezamos a grabar el podcast Meno es Mas e incluso hasta poco antes de empezar nuestro libro no habíamos notado que entre nosotras vivía intacto uno de los mitos más comunes de la menopausia: que ocurre de manera abrupta y que los síntomas empiezan después de la última menstruación.
Esta percepción está lejos de ser precisa. Primero, por lo mal empleado que está el término menopausia. Ese es el nombre de la última regla de la vida, sin embargo, solo se diagnostica cuando una mujer ha pasado 12 meses sin tener su período. Y esos síntomas que muchas veces se atribuyen a la menopausia o al climaterio —insomnio, falta de concentración, bochornos, irregularidades menstruales, entre otros— en realidad suelen ocurrir durante la perimenopausia, una etapa crucial que ha sido minimizada o ignorada en los discursos médicos y sociales.
La perimenopausia puede durar entre tres y ocho años, a veces más, y está lleno de señales para darte a entender que tu cuerpo empieza a reaccionar ante la falta de hormonas asociadas a la reproducción, especialmente de estrógenos.
¿Cuál es el problema de dejar vivo el mito? Para nosotras significó desperdiciar muchos años sin dar respuesta a malestares que no identificábamos como “típicos de la menopausia”, porque nadie nos habló de lo que podíamos experimentar.
Si teníamos insomnio se lo adjudicamos al estrés, si se nos olvidaban las cosas estábamos “viejas”, si fallaba el deseo sexual era porque nos había ganado la rutina y si nos dolían las articulaciones era porque había empezado la artrosis. Ningún médico de los que consultamos nos preguntó a qué edad había empezado el climaterio de nuestras madres y menos nos recomendó visitar a un o una ginecóloga especializada en climaterio. Sin tener toda la información la mano era imposible tomar una decisión libre acerca de qué hacer con estos síntomas.
Hoy estamos comenzando a reescribir esta narrativa para nosotras y para todas las mujeres que quieran saber, incluidas las generaciones que todavía no se enfrentan con la menopausia. Teniendo el foco puesto en el autocuidado, la salud mental, y el acceso a tratamientos personalizados (como la terapia de reemplazo hormonal, cuando es necesario y bajo supervisión médica) están cambiando radicalmente cómo las mujeres elegimos vivir esta experiencia.
A medida que más mujeres toman la palabra y comparten sus vivencias, la menopausia y la perimenopausia comienzan a adquirir una visibilidad que nunca antes tuvieron.
Es crucial que este diálogo continúe expandiéndose, no solo en las conversaciones informales, sino en el ámbito de la salud pública, los medios y las políticas públicas. Las mujeres en la perimenopausia o menopausia merecen un espacio de apoyo, información y recursos que les permitan transitar esta etapa de la vida con dignidad y confianza. Porque, al final, lo que necesitamos es reconocer la menopausia y el climaterio como una etapa natural de la vida y no como un problema.
* De esto y más hablamos en el podcast Meno es + que puedes encontrar en spotify y por supuesto en el libro Meno es más, en las librerías del país