Moda ocre: “Tenemos que conectar de una forma más amable”

Constanza Tramolao no es el nombre registral de la artista visual de 27 años que fotografiamos para esta producción de moda. Pero es el que usa para presentarse al mundo, tanto con su obras como en sus redes sociales, que en los últimos años se han convertido en nuestra carta de introducción. Y es que así como sus creaciones se sienten muy personales y poderosas, Tramolao, el apellido de su madre, también lo hace.

“Mi apellido materno es mapuche y lo uso también como una reivindicación feminista, porque por mucho tiempo se ha usado de manera primordial el apellido paterno”, cuenta Constanza y explica que su herencia ancestral también la ha llevado a mirar hacia el oriente, donde conoció la filosofía Tao que, al igual que la mapuche, invita a estar conectados con la tierra de una forma más amable.

“He estado haciendo retratos y últimamente cerámicas, a través de las cuales me contacto con la materialidad hecha de tierra y de forma más espontánea. No lo hago por tener una conveniencia económica”, dice en relación a cómo lleva estas filosofías ancestrales a su cotidianidad y trabajo. “Desde mi punto, que es un puntito pequeño en el mundo, trato de aprender sobre huertos, sobre cómo relacionarme con las plantas y que las cosas que yo haga tengan sentido más allá de lo económico”.

Para Constanza, este equilibrio con la naturaleza no solo no es excluyente en el mundo actual, sino que es lo que le hace falta a la vida en ciudad: “Tenemos que conectar de una forma más amable, con más respeto”.

La vida de una artista visual está ligada inevitablemente a la estética, a lo bello de las cosas. Un concepto que aunque muchos ven como algo a lo que se de debería aspirar, ya está en todos y en todo. “Estudiando Artes Visuales aprendí que lo bello, más que ser algo decorativo, es una reflexión sobre el contexto el entorno. Una obra de arte que hable sobre un tema en específico. Lo bello para mí es eso; aquello que se desprende de la reflexión propia del mundo”.

La belleza también se encuentra en lo que sentimos al observar algo, en nuestra propia reacción a un objeto, a la naturaleza o incluso a otras personas. Es esa emoción que nos conmueve desde nuestro rol de espectadores. Y aunque los retratos que hace Constanza de sus amigos o inspirados en fotografías que encuentra, no son realistas, sino que por lo general impresionistas y basados en manchas y trazos, sí evocan belleza y ese es uno de los objetivos. “Trato de llevar a cabo algo más aureático, que provoque una sensación más allá de si se ve bonito o feo”.