Motívate a cambiar el mundo

La asociación internacional Ashoka selecciona a destacados emprendedores sociales de todo el mundo y los conecta en una red de líderes para potenciar su impacto y difundir sus ideas. Fundada hace 30 años, hoy son más de 3.000 los Ashoka Fellows que innovan socialmente para cambiar el mundo. La chilena Paula Recart, ex directora de Paula y directora de Ashoka para Estados Unidos comparte aquí tres inspiradoras historias de mujeres que se atrevieron a cambiar las cosas.




Ingrid Munro, microprestamista en Kenia

Desde que fundó Jamii Bora, la mayor organización de microcrédito en Kenia, la sueca Ingrid Munro ha sacado a 250.000 hombres y mujeres de la pobreza. Partió en 1999, comprometiendo a 50 mendigos a ahorrar algunos centavos al mes como condición para obtener un pequeño crédito. Además de empujar a los más pobres para que salgan de la marginalidad por sus propios medios, la fundación ha logrado hitos como un seguro de salud que cubre hasta el tratamiento del sida de sus afiliados por US$ 12 al año. Eso, sin contar un hogar para niños, un programa de rehabilitación para drogadictos y una villa con casas y agua potable para gente que nunca había dormido en una cama. El éxito de la iniciativa probablemente esté en su revolucionaria estrategia de reclutamiento: solo trabaja con gente de la comunidad a la que beneficia. Como dice Ingrid, los únicos doctorados de los empleados de Jamii Bora los obtuvieron en la universidad de la calle en Kenia".

Kiran Bir Sethi, educando a Ahmedabad

"A los17 años, cuando estudiaba Diseño, sus profesores creyeron en sus ideas. Y Kiran pensó que ese impulso le hubiera venido aun mejor a los siete. Por eso, en 2001 creó el colegio Riverside en Ahmedabad, India, una escuela cuya innovadora malla curricular busca empoderar a los niños para que cambien el curso de las cosas. Kiran también organiza una potente competencia interescolar, Diseña para Cambiar, en la que participan 100.000 niños de toda India que deben identificar un problema en su comunidad, diseñar la solución e implementarla en una semana".

Sharon Terry, la mujer que empoderó a los pacientes

"La convicción que guía a esta norteamericana es que todos somos pacientes médicos. Sin embargo, la investigación científica, la industria farmacológica, los sistemas de salud y los enfermos y sus familiares, están organizados en mercados segmentados que se vuelven ineficientes. Cuando a los dos hijos de Sharon les diagnosticaron una rara enfermedad genética que los dejaría ciegos (PXE), recibió poca información y constató que casi nadie investigaba para curar esa enfermedad porque no afecta a muchas personas. Desesperada, se sumergió en internet y buscó en bibliotecas. Tanta información recopiló que llegó a participar en la clonación del gen mutado para aislar su ADN, sin tener ninguna formación médica. Ahora lidera Genetic Alliance, una asociación que empodera a los pacientes y fomenta el modelo open source de internet en la investigación genética y farmacológica. Su próxima campaña es La data es mía, un esfuerzo de concientización para que cada paciente que entrega una muestra médica tenga derecho a que esa información esté en bancos abiertos, a disposición del mundo. Está convencida de que la única manera de romper las barreras que impiden que laboratorios y universidades trabajen juntos, es que los ciudadanos se tomen el poder ".

La relación de la sueca Ingrid Munro con África se volvió visceral el día en que, junto a su marido, adoptó a tres niños de las barriadas más peligrosas de Nairobi. Desde 1999 dirige Jamii Bora, la mayor organización de microcrédito de Kenia.

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