Si yo fuera mujer: Fernando Arab
El subsecretario del Trabajo Fernando Arab ha encabezado proyectos de ley como la Sala cuna universal, el contrato especial para jóvenes estudiantes y el trabajo a distancia, todos presentados al poder legislativo. En esta entrevista, se imagina como Susana, una mujer que usaría guantes, sombreros y que seguiría luchando por la igualdad en los derechos y los accesos a oportunidades, en especial en el mundo laboral.
¿Cómo crees que te hubieses llamado si hubieses nacido mujer?
Como mi querida madre seguramente, Susana. Me es un nombre cercano y muy querido.
¿Cómo serías físicamente?
Todo el mundo me dice que me parezco bastante a mi madre, así que creo que sería una versión femenina de lo que soy como hombre.
¿Cómo llevarías el pelo, por ejemplo?
Depende del período de la vida. Yo soy de pelo largo, así que me imagino que si fuera mujer también lo usaría así.
¿Serías pretenciosa?
Un poco. Me gusta la vida saludable. Como hombre intento hacer deporte -aunque hago cada vez menos-, y me gusta verme bien. Si fuese mujer intentaría mantener ese estilo.
¿Qué deporte harías?
Creo que Susana jugaría fútbol y haría running.
¿Qué prenda que no uses siendo hombre te gustaría usar si fueras mujer?
En un tono más elegante siempre he admirado a las mujeres que usan guantes y sombreros. Creo que se ven muy elegantes y los hombres no siempre los llevan tan bien. Si fuera mujer sí me atrevería a usarlos.
¿Te maquillarías?
Si es para verme mejor, claramente sí.
¿Te gustarían las joyas?
Usaría, pero no muchas. En eso creo que menos es más.
¿Y los zapatos con taco?
Sí, creo que ayudan a la mujer a verse mejor, más estilizada.
¿Serías estricta con el tema del peso?
Intentaría tener menos guata de la que tengo hoy.
¿Te harías cirugías estéticas?
No es algo que no haría a priori, pero tampoco es algo que me haría sí o sí. Si algo me acomplejara lo pensaría para sentirme mejor conmigo misma.
¿Tendrías un presupuesto especial para la belleza?
Creo que sí, pero más que por la belleza misma, valoraría mucho esa instancia de relajo que tienen las mujeres y que en los hombres es menor.
¿Cómo te tomarías la vejez?
Creo que la vejez es compleja y que en el caso de la mujer es aún más complicada. Generalmente tienen menos posibilidades de acceder a planes alternativos de recreación, incluso de trabajo, donde se les cierran muchas puertas cuando son mayores. Creo que la mujer está más sola. Si no tuviese la posibilidad de seguir activamente en el mundo laboral a una edad más adulta, creo que la familia sería mi gran apoyo. Intentaría tomarme la vejez con humor y muy acompañada de mi familia.
¿Serías feminista?
Más que feminista o machista pelearía por la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. No creo en los estereotipos de machismo ni de feminismo.
¿Qué te daría miedo?
Las arañas.
¿Como hombre no te dan?
Un poco menos.
¿Frente a qué cosas reaccionarías con fuerza?
Ante la injusticia e inequidad. Como mujer me empoderaría mucho más con esas causas.
¿Qué batallas darías?
La igualdad en los derechos y los accesos a oportunidades, en especial en el mundo laboral. Como hombre intento dar esas batallas en favor de las mujeres, y creo que si fuera mujer, las daría con más fuerza todavía. Creo en la importancia de poder acceder al mundo laboral en igualdad de oportunidades, sin discriminaciones, y que no sea solo en el papel o en el discurso, sino que de verdad las mujeres tengan más acceso al mundo del trabajo formal.
¿Y qué batallas no darías?
Las que sepa que derechamente se van a perder, como aumentar los estereotipos de feminismo o machismo. Viniendo de hombres o mujeres, son batallas que al final del día no se van a ganar.
¿Qué tipo de hombre te gustaría?
Uno que sea compañero, cercano y muy buen padre.
¿Y qué tipo de hombre no te gustaría?
Los extremadamente tercos. Conmigo basta.
¿Te casarías?
Creo que sí, pero no por la presión social. Lo haría con completa libertad y cuando sienta que es el momento adecuado.
¿Te gustaría que te regalaran flores, bombones y que te abrieran la puerta del auto?
Absolutamente.
¿Y que te piropearan en las calles?
Depende del piropo. Hay que distinguir lo que es un acoso de una palabra bonita.
¿Qué te mataría las pasiones de un hombre?
La terquedad.
¿Tendrías hijos?
Absolutamente.
¿Te darías libertades durante el embarazo?
Creo que me preocuparía de llevar un buen embarazo. Como padre soy excesivamente preocupado de mis hijos e imagino que durante mi embarazo estaría extremadamente preocupada por el hijo que está por nacer y, por lo tanto, quizás me cuidaría más de la cuenta.
¿Cómo elegirías que fuera tu parto si pudieses elegirlo?
Creo que es un momento muy único y que uno muchas veces proyecta, pero que lo importante es que el hijo nazca bien, independiente de si es un parto normal, por cesárea, con la luz prendida, apagada, en una clínica o en la pieza de la casa.
¿Te gustaría la lactancia?
De todas maneras. Es un acto de cercanía y una especie de premio que tienen las mujeres que es absolutamente envidiable por los hombres.
¿Te tomarías el postnatal de seis meses?
De todas maneras. Creo que la cercanía durante ese período de madre e hijo es clave. No solo para el desarrollo del niño, sino para los lazos que se generan. Y apostaría también por la corresponsabilidad parental.
¿Hubieses estudiado derecho?
Creo que no. Me imagino que la Susana hubiese sido una emprendedora que hubiese tenido su propio negocio vendiendo ropa o algo relacionado a temas de tecnología. Si hubiese sido mujer, a lo mejor sería más exitosa que el Fernando abogado, pero en un rol distinto.
¿Por qué?
Porque el tema de los negocios y el emprendimiento fue algo que siempre me gustó, pero que por diferentes cosas no se dio. A lo mejor como Susana sí hubiese desarrollado mejor esas aptitudes y ese rol de emprendimiento que no desarrollé siendo hombre.
¿Habrías trabajado en el gobierno?
Quiero creer que hubiese tenido las mismas oportunidades en atención a mis aptitudes y habilidades, independiente de mi género.
¿Qué cosas te afectarían en términos de la desigualdad que hay en hombres y mujeres?
Las desigualdades en cuanto a las oportunidades de proyección profesional. Creo que me afectaría mucho hacer bien mi pega y saber que la estoy haciendo bien, pero que no tengo proyecciones de ascenso.
¿Cómo crees que podrías luchar contra eso?
Asumiendo el rol de subsecretaria del trabajo.
¿Le dedicarías muchas horas al trabajo?
Intentaría conciliar trabajo y familia sin descuidar el tema profesional, que creo que es muy importante. Intentaría asumir ese reto de la corresponsabilidad parental como parte de mi forma de vida.
Si fueras mamá y tuvieses tu pyme, ¿cómo te las arreglarías para salir a trabajar?
Esperaría que estuviese aprobado el proyecto de Sala Cuna Universal y dejaría a mis hijos en una sala cuna, rodeados de profesionales para ir a trabajar tranquila. Ideal sería tener horarios flexibles o hacer tele trabajo. Intentaría buscar esa fórmula de flexibilidad laboral.
¿Y mientras la ley no se aprueba?
Tendría las mismas dificultades que tienen millones de chilenas que no tienen derecho a sala cuna universal, y eso evidentemente sería una complicación. Sería más difícil emprender y sería mas difícil participar del mundo laboral como mujer.
¿Tomarías pastillas anticonceptivas?
Sí.
¿La pastilla del día después?
Posiblemente no.
¿Aborto?
No.
¿Bajo ninguna circunstancia?
Creo que no.
¿Cuál crees que es el mayor error que cometemos las mujeres y como tratarías de evitarlo?
Creo que el mayor error es creer que los hombres tienen la última palabra, cuando tienen igualdad en la toma de decisiones. La Susana sería más empoderada.
¿Cuál crees que es la mayor ventaja que tenemos las mujeres y como la usaría a favor?
Es difícil, porque creo que tanto hombres como mujeres tenemos rasgos y atributos que son transversales. Eso sí, creo que las mujeres son más responsables. Y eso lo veo en la universidad donde hago clases, donde son las mejores alumnas, y en el trabajo, donde el 80% de mi equipo está compuesto por mujeres. Creo que las mujeres son leales y buena onda, y Susana también sería así.
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