Empoderamiento Científico y Tecnológico
Cuando Mabel Vidal Miranda (33), ingeniera en bioinformática de la Universidad de Talca y actual alumna del doctorado en Ciencias de la Computación de la Universidad de Concepción, recibió la noticia de que era una de las ganadoras del premio L’Oréal Unesco For Woman in Science, no solo se emocionó sino que sintió felicidad por la gran oportunidad que tendría de seguir difundiendo su trabajo científico-tecnológico.
“No importa dónde vivamos, ni cuántos obstáculos pasemos, cuando sientes pasión por lo que haces, de alguna manera sales adelante”, dice Vidal. “Además, cuando niñas y niños ven que personas como ellos, obtienen logros así, los incentivas a estudiar, y eso es lo que quiero destacar, que con mi experiencia y viviendo en un pueblo como Curepto, sí es posible ser un aporte a la ciencia, incluso a nivel internacional, pues la ciencia no tiene límites”.
Estudiar una carrera científica-tecnológica -cuenta la profesional- significó para ella tener la oportunidad de investigar en diversas áreas. “Mi experiencia ha sido multidisciplinaria resolviendo, por ejemplo, problemas medioambientales, de salud, de interés agronómico tanto en plantas como en árboles tropicales; y también me ha permitido internacionalizar mi carrera en laboratorios de gran prestigio principalmente, porque he sido un aporte en el análisis de datos con métodos eficientes y con un enfoque computacional de última generación”.
Sobre qué problemáticas ha enfrentado por ser una mujer científica, Vidal cuenta que el gran impacto lo vivió al regreso de sus estudios de especialización en el extranjero: “Cuando regresé a Chile a buscar trabajo, me impresionó que en las entrevistas de trabajo me preguntaran si planeaba ser madre. En el extranjero jamás me hubiese pasado, y eso hace una gran diferencia en lo que hoy somos como sociedad en temáticas de equidad de género. Por eso, me he esforzado mucho para realizar un trabajo de gran nivel y espero que nuestra sociedad cambie y las mujeres seamos integradas y valoradas de igual manera que los hombres. Por esta razón, participo de tres voluntariados: Mujeres en Ingeniería (IEEE WIE UdeC), Sociedad de Robótica y Automatización, y en Niñas Pro. En estos grupos trabajamos empoderando niñas y niños a través de la enseñanza de programación y/o inspirando vocaciones científicas y tecnológicas”.
Naturalista de Vocación
Para postular al premio L’Oréal Unesco For Woman in Science, la geóloga de la Universidad de Chile y alumna de postdoctorado de la misma casa de estudios, Irene del Real (35) escribió una carta de intención en la que no solo describía su experiencia profesional sino también su rol de investigadora en un área de la ciencia totalmente masculinizada.
“En ella conté cómo me propuse no ser excluida en nada por ser mujer, eso incluye mi trabajo en comisiones de diversidad e inclusión y mi participación activa en nuestro colegio de geólogos económicos”, cuenta la profesional, quien es la segunda científica ganadora este año, del premio entregado por L’Oréal-Unesco.
A pocas semanas de haber recibido la noticia, revela que ese día sintió emoción y orgullo, y recordó el arduo trabajo que le ha significado persistir en sus investigaciones. “Eso incluye también todos los grandes fracasos que he tenido, ya que este camino no ha estado exento de frustraciones y malos momentos que podrían haberme hecho desistir en la ciencia”.
Su amor por la geología, cuenta, la hecho pararse muchas veces y seguir adelante, justamente porque estar en ese terreno es un desafío. “Es importante estar ahí y abrir camino para que otras mujeres vean este mundo como uno donde pueden desarrollarse como exitosas profesionales o investigadoras. La verdad es que es un mundo profesional super entretenido e interesante, y si pensamos en un futuro en el que primarán las energías sustentables, este sí o sí va a incluir minería o uso de recursos naturales no renovables, y no tiene sentido que las mujeres no formemos parte de un campo laboral de ese calibre”.
Por más mujeres en la ciencia
Considerando que en Chile solo el 25% de las mujeres postulan a carreras de investigación científica y que solo cuatro mujeres en nuestro país han obtenido el Premio Nacional de Ciencias, el galardón entregado por L’Oréal-Unesco es un tremendo impulso para tener a más mujeres en esta área del conocimiento.
Creado en 1998, el programa L’Oréal Unesco For Woman in Science tiene como objetivo reconocer y apoyar a científicas de todos los continentes. A lo largo de estos 22 años, se ha expandido internacionalmente hasta alcanzar estatus global. En su versión internacional, cada año distingue a cinco investigadoras, provenientes de todas las regiones del mundo, por sus descubrimientos excepcionales y localmente concede 250 becas a jóvenes investigadoras de 112 países que inician su carrera.
De nuestro país han recibido el premio la científica Gloria Montenegro. En 2007 se lanzó en Chile, por primera vez y con gran éxito el programa local de becas L’Oréal Chile Unesco. Este cuenta con el patrocinio de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), hoy ANID, con un equipo de más de 15 evaluadores de primer nivel y un jurado con las figuras más reconocidas del mundo académico.
Desde la fecha, se han realizado 13 versiones recibiendo gran convocatoria de postulaciones de jóvenes científicas y de excelente calidad académica. Este año en particular se premió a Mabel Vidal Miranda e Irene del Real, en las categorías de doctorado y postdoctorado en Ciencias de la Vida, la Materia y Ciencias Matemáticas, quienes recibieron $7 millones.
Sobre el concurso de este año, Gloria Montenegro, presidenta del jurado, señala que: “En Chile hoy día hay una explosión de mujeres jóvenes científicas muy innovadoras y creativas y que han sido reconocidas con premios y pasantías en el extranjero. Una de nuestras elegidas de este año es Mabel Vidal, que es parte del proyecto COVID 1005, que busca relacionar parámetros clínicos e inflamatorios con problemas pulmonares en pacientes con COVID- 19; e Irene del Real, que tiene una línea de investigación en geología única en nuestro país y con una red internacional de interacción científica sorprendente. Ambas son muy productivas publicando en revistas de alto índice de impacto”.
Al respecto, Mónica Rubio, astrónoma de la Universidad de Chile y miembro también del jurado, comparte que: “Las mujeres científicas que postularon al premio fueron todas extraordinarias. Realmente es un lujo y un honor poder revisar los currículum que enviaron y todas las actividades a las que están avocadas. Hay mujeres científicas extraordinarias, muy jóvenes, con mucho futuro. Ojalá les podamos dar todas las posibilidades para que puedan desarrollar sus investigaciones en nuestro país”.