Mujeres que impactan, Bernardita Rojas: “A través del acompañamiento, cambias la vida de los pacientes”
“Sentía una inquietud, quería hacer un cambio en el área social”, dice Bernardita Rojas al comenzar a contar la historia detrás de la Fundación RAFA. Una fundación que le entrega cuidados paliativos a pacientes vulnerables con enfermedades avanzadas, entregándoles compañía y apoyo psicosocial, espiritual y comunitario.
En 2017 algo empezó a inquietar a esta diseñadora de profesión y con una vida laboral en torno a las comunicaciones de marcas. Sentía una intranquilidad espiritual y deseo por hacer algo distinto con su rutina. La intuición la llevó a inscribirse en un magíster de comunicación estratégica en la Universidad Católica el 2018.
Ese mismo año comenzó a investigar cuáles eran las áreas sociales que estaban más descuidadas en Chile, de esta forma llegó al área de la salud. Entró como voluntaria a un hospital y se encontró con una realidad que la sorprendió: la soledad de las personas que viven con una enfermedad avanzada y que tienen dependencia física o cognitiva. En ese momento, supo que ese era el lugar en el que tenía que aportar.
Lo primero que hizo para ayudar fue desarrollar una aplicación, la App RAFA. Una idea innovadora que Bernardita desarrolló durante un diplomado en redes sociales que realizó en la Universidad Católica y que obtuvo el primer lugar en el premio Innova Pastoral UC 2018. Esta plataforma permite vincular a pacientes con voluntarios sanitarios, con quienes tienen acceso a cuidados paliativos en la dimensión psicosocial y espiritual. Con el tiempo Bernardita se dio cuenta de que no bastaba con crear la aplicación, sino que también era necesario crear una comunidad en torno a ella, ya que las personas no sabían que este acompañamiento y apoyo desde otras dimensiones también son cuidados paliativos.
En el 2020 Bernardita conoció el proyecto de las “comunidades compasivas” en la Fundación New Health, un modelo español en el que se crean comunidades en torno a pacientes vulnerables con enfermedades avanzadas, con las que se mejora su calidad de vida y la de su entorno. Ese año, tras conocer este proyecto, Bernardita se propuso importarlo a Chile.
Así, el 2021 nace la Fundación RAFA, que comenzó a trabajar en alianza con la Corporación de Salud de Puente Alto y voluntarios de la pastoral de la Universidad Católica. Con ellos se aplica el concepto de comunidades compasivas, donde capacitan a voluntarios para que puedan velar por otros a través de cuidados paliativos del área psicosocial, espiritual y comunitaria.
Hoy Fundación RAFA trabaja con treinta pacientes no oncológicos con enfermedades crónicas avanzadas. Para Bernardita, una de las cosas más importantes de este trabajo es la entrega de una mejor calidad de vida a personas que, en muchos casos, están en una etapa final de sus vidas.
Pero este espacio no solo ayuda a los pacientes, sino que también a sus cuidadores. “Hay estudios en Chile que demuestran que la gran mayoría de los cuidadores están con sobrecarga severa por la labor de cuidado que realizan, lo que repercute en su salud física, mental y emocional”, explica Bernardita. Por esta razón, en las comunidades compasivas también se trabaja en el autocuidado de los cuidadores y en la salud física y mental de ellos.
El impacto positivo de la Fundación Rafa en la calidad de vida de las personas llevó a Bernardita a ser reconocida como Mujer Impacta 2022, un premio que llegó en un momento complicado pero con significado especial. “Fue como un mensaje de que, a pesar de las dificultades, tenía que seguir con este proyecto”, dice con emoción. Al conocer a la Red Mujer Impacta se dio cuenta de que hay muchas mujeres con el deseo de transformar vidas y que “no importa la magnitud de tu impacto, porque todo impacto siempre es una transformación”.
Este año el 70% de los pacientes con los que trabajó la Fundación RAFA redujo su nivel de soledad social y, el mismo porcentaje de pacientes, aumentó su nivel de bienestar y control del dolor. Además, la fundación también disminuyó en un 90% el nivel de sobrecarga de las cuidadoras y cuidadores que acompañó durante el 2022.
“A través del acompañamiento le cambias la vida a los pacientes. Los haces caer en cuenta de que a pesar de que hay muchas cosas que ya no pueden hacer, hay cientos de otras que sí”, reflexiona Bernardita.
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