A los 39 años, Constanza del Río se enteró que fue víctima de una adopción ilegal y su vida dio un giro radical. Lo que comenzó como una búsqueda personal para encontrar a sus padres biológicos, terminó con un proyecto que hoy ha logrado reunificar a cientos de familias que fueron injustamente divididas. Esto ocurrió en 2012, cuando Constanza llevaba una vida normal, era la gerenta de Marketing de una empresa y un día sus padres le dieron la noticia: “Eres adoptada”. A pesar de que esta realidad caló profundo en ella, también la llevó a querer conocer sus raíces y descubrir cuál era su origen.

Tiempo después descubrió que siendo tan solo una guagua fue dada en adopción de manera ilegal, sin ningún certificado ni papel de por medio, por lo que los datos de sus padres biológicos no existían. Se tomó un año para tratar de entender qué podía hacer, lo único que tenía claro era que deseaba encontrar a su familia. “Tengo que hacer algo”, era la frase que resonaba en su mente.

Decidió tomar acción y creó una página web en la que contó su historia. Y el 4 de julio de 2014 nació Nos Buscamos, una organización cuyo objetivo es reunir a personas adoptadas de manera irregular con sus familias de origen. En pocos días comenzaron a aparecer en medios de comunicación y en menos de un mes llegaron mil casos de víctimas de adopciones ilegales que deseaban reencontrarse con sus familias.

A la fecha la fundación ha logrado resolver 400 casos y cada uno de ellos ha representado un cambio de vida para sus protagonistas. “Para quienes fueron adoptados ilegalmente, el reencontrarse con sus familias cambia completamente el sentido de sus vidas”, dice Constanza. Además, son muchos los niños, hoy adultos, que fueron dados en adopción en el extranjero y que vuelven a Chile no solo a reencontrarse con sus familias, también con sus raíces, su cultura y su identidad. “Ustedes no se dan cuenta cómo nos cambiaron la vida”, le dicen a Constanza.

Con el pasar del tiempo, la fundación creció y en 2018 Constanza recibió el primer reconocimiento por su labor, el Premio Mujer Impacta, que le permitió visibilizar mucho más su trabajo y llegar a espacios de reconocimiento público. A su vez, en la Red Mujer Impacta, conoció un espacio de trabajo colaborativo en el que se dio cuenta que no era la única luchando por una meta que a veces parecía inalcanzable. A partir de ese año el proyecto comenzó a crecer de manera exponencial y Constanza tomó la decisión de dedicar las veinticuatro horas de su día a lo que ahora se ha transformado en su bandera de lucha: la defensa por la reunificación familiar.

Se fueron abriendo nuevos caminos y su trabajo llegó hasta las sillas del Congreso, en donde la organización trabajó en dos proyectos de ley: uno para agilizar la búsqueda de las familias biológicas de personas adoptadas, y otro que busca establecer como delito el tráfico de niños que luego son dados en adopción. Actualmente, Constanza está trabajando de la mano con el Ministerio de Justicia y el Servicio Médico Legal (SML) para que en Chile se empiecen a realizar exámenes de ADN de bancos internacionales, con el objetivo de llegar a todos los rincones del mundo y así encontrar a cada uno de esos niños que fueron separados de sus familias y que hoy desean encontrarlas.

Nos Buscamos ha logrado unir a cientos de familias. Entre ellas, a la de Constanza, que en el 2015 logró reencontrarse con sus padres. Sin embargo, aún existen miles que no lo han logrado. Por lo mismo, el derecho a que las familias vuelvan a abrazarse, continúa siendo el objetivo primordial por el cual Constanza lucha día a día.

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