Mujeres que Impactan, Eva Gómez y su propósito: mostrar el lado bueno de la migración

Mujer Impacta Paula



El 2016 marcó un antes y un después para Eva Gómez. Luego de cuatro años sin ver a su hija quien había dejado Venezuela en 2012 en busca de nuevas oportunidades, esta madre decidió emprender un viaje que cambiaría su vida para siempre. Durante años, la distancia pesó en el corazón de ambas, hasta que finalmente su hija tomó la iniciativa: compró los pasajes y la convenció de viajar. Un viaje que parecía temporal se convirtió en un refugio, en una segunda oportunidad para estar con su hija y construir una nueva vida lejos de la incertidumbre. “Como que mi hija me secuestró” recuerda. “Entré a Chile y después que estaba aquí no me dejó ir”.

Eva Gómez llegó al país desde Venezuela con el corazón apretado por la tristeza. Ver a sus compatriotas en las calles pidiendo ayuda, a pesar de su talento y preparación, le partía el alma. Le frustraba que los migrantes fueran vistos como una carga, sin oportunidades para integrarse y aportar a la sociedad. La sensación de abandono y exclusión era difícil de ignorar.

Transformando la impotencia en acción

Lo que más le dolía a Eva no era solo la distancia, sino ver cómo la dignidad de su pueblo se desvanecía en el olvido. Familias enteras atrapadas en la pobreza, sin acceso a educación ni salud. Niños que, en lugar de jugar y aprender, pasaban sus días en las calles trabajando para sobrevivir. Y aunque la impotencia la invadía, su determinación no le permitía rendirse.

Sabía que no podía quedarse de brazos cruzados. Decidió buscar soluciones, unirse con otros que compartían su visión y trabajar en un proyecto que marcara la diferencia. Su misión era clara: demostrar que los migrantes no eran un problema, sino una oportunidad para Chile. “La idea nació en 2019, porque comencé a ver gente pidiendo en la calle con una banderita de Venezuela. Yo soy venezolana, y eso me dio mucha rabia, me molestó mucho porque yo decía, bueno, pues es que ser inmigrante no es una discapacidad, todo lo que nosotros pasamos en nuestro país, lo que pasamos aquí es una fortaleza. Entonces, no puede ser que estemos pidiendo en la calle”, comenta.

Durante la pandemia, cuando el mundo entero estaba confinado en sus hogares, surgió la necesidad de hacer algo más que solo esperar. Fue en ese contexto que un grupo de personas comenzó a darle forma a una idea que venía gestándose hace tiempo, discutieron estatutos, intercambiaron ideas y dieron los primeros pasos para crear una organización que marcara la diferencia.

Asociación Compromiso Migrante

Eva Gómez es la presidenta de la Asociación Compromiso Migrante, una organización dedicada a la inclusión y el empoderamiento de la población migrante en Chile. Su misión es ser un puente de apoyo para quienes han elegido este país como su nuevo hogar, promoviendo una integración responsable y respetuosa de las normativas legales.

Desde la asociación, trabajan con un fuerte compromiso hacia la superación personal de los migrantes, brindándoles herramientas para que puedan aportar al desarrollo de Chile a través de su talento, experiencia y esfuerzo. Su objetivo es claro: transformar la migración en una oportunidad tanto para quienes llegan como para la sociedad que los recibe.

“La misión de Compromiso Migrante es empoderar a la comunidad migrante y hacerla gestora en la solución de sus propios problemas. Entonces nos dedicamos básicamente al asesoramiento, a la capacitación, al emprendimiento. Hacemos ferias de emprendimiento y también actividades culturales de integración con la comunidad chilena, de manera de mostrar la cara bonita de la migración. Básicamente ese es el trabajo nuestro”, afirma.

La Asociación ha trabajado constantemente para construir puentes entre la comunidad migrante y la sociedad chilena. Entienden que la verdadera integración no ocurre solo a través de palabras, sino de acciones concretas que fomenten el encuentro y el entendimiento mutuo. “Nos parece que una de las formas de ir rompiendo con esa xenofobia, más que dar discurso, es hacer actividades que permitan que la comunidad nos conozca, porque mucha gente no quiere a los migrantes, pero no han interactuado con ellos, entonces no nos conocen en realidad”, concluye Eva.

Derribando barreras

Eva no solo lidera la Asociación Compromiso Migrante, sino que también extiende su labor a múltiples espacios donde puede generar un impacto real. Participa activamente en reuniones con ACNUR y Consejos de la Sociedad Civil, aportando su visión y experiencia para fortalecer los derechos de la comunidad migrante. Además, colabora en comedores solidarios y diversas iniciativas de ayuda a quienes más lo necesitan. Su misión es clara: dar voz a quienes contribuyen positivamente y abrirles camino en la sociedad.

Es justamente por esta labor, que Eva Gomez fue premiada el pasado 2024, donde fue reconocida como Mujer Impacta junto a otras nueve líderes que, con su visión y compromiso, transforman desafíos en soluciones innovadoras para el bienestar de sus comunidades.

“Cuando gané el premio Mujer Impacta, me di cuenta que aquí en Chile hay un montón de mujeres haciendo cosas importantes. La retribución espiritual que uno tiene cuando ayuda a otra persona es increíble. O sea, se recibe mucho cuando se da. Entonces les diría a otras mujeres que no se queden de brazos cruzados, si ven que hay alguna cuestión que puedan aportar y mejorar la comunidad háganlo”.

Además agrega: “La mayoría de las Mujeres Impacta son chilenas y es impresionante lo que hacen. La red colaborativa que se forma con todas las mujeres que están haciendo muchas cosas es un regalo”, finaliza.

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