Sandra Ponce soñaba con que su entorno se llenara de dignidad y color. Durante ocho meses, barrió las calles de su barrio sola y luego logró reunir a algunos vecinos de la comuna de San Ramón para que la acompañaran, una acción que los llevó a recuperar espacios públicos perdidos de la zona y a crear la Agrupación Cultural Social Étnica, Deportiva, Juvenil y Ecológica Independencia.

El objetivo de este proyecto es mejorar la calidad de vida de los habitantes de San Ramón con actividades culturales, cuidado del medioambiente y social para preservar los espacios y crear una instancia de interacción para la comunidad.

“¿Qué me movió a trabajar por esta causa? Ver tanta basura y falta de áreas verdes. Eso me hizo ser más consciente, ver la desigualdad social, y preguntarme por qué hay entornos tan bellos solo para algunos. Ahí me di cuenta que para lograr cambios, primero había que limpiar todo aquello que oscurecía nuestro barrio. Pequeñas acciones generan grandes cambios”, reflexiona.

Cada nube oculta un rayo de sol

Sandra era una mujer de sonrisa cálida y mirada profunda, pero su vida había estado marcada por tres pérdidas que la habían dejado atrapada en un oscuro letargo. Su primer golpe vino de la mano de su marido, quien, un día partió hacia el norte en busca de mejores oportunidades para la familia, prometiendo que volvería. Sin embargo, el tiempo pasó y su ausencia se volvió un eco en el hogar, donde los cuatro hijos mayores aguardaban sin entender por qué su padre no regresaba.

El segundo golpe llegó con la tragedia. El padre de su quinta hija, un hombre lleno de sueños, falleció en un accidente durante un curso de rescate en alturas.

Pero el golpe más duro fue la muerte de su padre, que se fue repentinamente por un infarto. Sandra sintió que el mundo que había construido se desmoronaba. Las horas se convirtieron en interminables tardes, sentada en la entrada de su casa, mirando al vacío y dejando que el tiempo se deslizara sin rumbo.

Un día, su hija de apenas cinco años, rompió el silencio de su tristeza con una pregunta inocente: “Mamá, ¿puedo ir a jugar a la esquina?”. Esa esquina, en la intersección de Chorrillos con Independencia, siempre había estado llena de escombros y desconfianza. Ver a los niños jugar entre cajas de basura le partió el corazón. Era un reflejo de lo que había pasado con su propia vida y, en ese momento, algo cambió dentro de ella.

Poder transformador

Sandra decidió que era hora de actuar. “Llevo 10 años trabajando para la comunidad”, dice ahora, con una determinación que ilumina su rostro. Comenzó a limpiar las calles, a deshacerse del peso que llevaba dentro. Pronto, otras vecinas se unieron a ella. Juntas, comenzaron a barrer, a recoger lo que otros habían dejado atrás. La comunidad se iba despertando poco a poco, como si el esfuerzo colectivo fuera un bálsamo para las heridas que cada uno llevaba.

Sandra Ponce, quien había estado atrapada en la tristeza, se convirtió en el corazón palpitante de su comunidad. Al recoger la basura, había comenzado a deshacerse de su propio dolor. Y en la limpieza de las calles, encontró la esperanza y la fuerza para seguir adelante. Su historia es un testimonio de cómo, a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para la renovación y la conexión con los demás.

Reconocimiento

Esta agente de cambio ganó el Premio Mujer Impacta en 2013 por el desarrollo, crecimiento que ha logrado en su comuna, y por su dedicación con la cual ha podido recuperar espacios para la comunidad. Desde ese día, recibe apoyo e impulso por parte de la Fundación Mujer Impacta para escalar su impacto: “Para mí ser una Mujer Impacta ha sido despertar mi consciencia para poder motivar e inspirar a otras mujeres a generar cambios. Mujer Impacta me ha reconocido, apoyado y visibilizado en la causa por la que trabajo. De la mano de la red Mujer Impacta ya no soy solo la mujer que barre, ahora soy una reconocida emprendedora social”, dice.

En la actualidad Sandra también se encuentra trabajando en colaboración con otras organizaciones de la comuna de San Ramón, apoyando incondicionalmente a iniciativas a cumplir nuevos retos para ayudar y crear nuevos espacios para la comunidad, enfocados en lo social y cumpliendo sueños de los vecinos.