País prolífico en su producción musical, de Italia han salido nombres como los de Domenico Modugno, Riccardo Cocciante o Eros Ramazzotti. Aquí, una selección con las principales figuras de la canción italiana que están sonando hoy, justo a un mes de la 65ª versión del Festival de San Remo.
Colapesce
"Nos sentimos víctimas/nos sentimos solos/hasta que alguien planta un grito/avisando que hay descuentos de Zara". Así reza parte de Maledetti Italiani, el single del segundo trabajo de este siciliano de 31 años, cuyo nombre real es Lorenzo Urciullo. Una canción reflexiva y rabiosa que habla del estado de ánimo de un país en crisis. Este solista, salido del underground de su ciudad, ya había dado muestras de talento con su melancólico álbum debut Un Meraviglioso Declino (2012). Del sentido trágico de la vida, a la contingencia, un salto arriesgado que vale la pena dar.
Carmen Consoli
Debutó en San Remo en 1996 como una suerte de respuesta italiana a las solistas anglo noventeras de la escuela de Alanis Morissette, pero con el tiempo bajó los decibeles y afiló su ironía para dedicarse a contravenir el prototipo de baladista femenina de la península. Así en Mandaci una Cartolina, una de sus canciones más conocidas, canta con el estilo de tonada siciliana: "Viva Italia, el Calcio, la testosterona y los líos de hormonas que nos gusta ver en televisión". Ha hecho colaboraciones con Patti Smith y Goran Bregović y y compuso la canción principal de la película El último beso (2001). Una estrella de tomo y lomo.
Baby K
Como en la mayoría de los países europeos, en Italia el hip hop conquistó primero a los inmigrantes y llegó al mainstream cuando estos estuvieron bien afincados. Nombres como Fabri Fibra o Emis Killa empezaron a ser familiares y, hoy, en la tercera ola destacan el virtuoso Ensi y la mucho más comercial Claudia Nahum (Baby K), nacida en Singapur, de infancia londinense y radicada en Italia desde la adolescencia.
Durante el año 2000 comenzó en la escena y recién en 2008 registró sus primeros mix tapes. El reconocimiento masivo vino de la mano de Femmina Alfa en 2011, su himno reivindicativo que la llevó a publicar un libro del mismo nombre, donde da su receta para triunfar en un mundo dominado por hombres. Ha abierto los shows de estrellas de su generación como Nicki Minaj y Azealia Banks. Y se niega a cantar en inglés.
Vinicio Capossela
"La culpa la tiene Raffaella Carrà", respondió a El País de España cuando le consultaron por qué se sabía tan poco de los cantantes contemporáneos de la península itálica. Sus 25 años de carrera y 14 discos dan cuenta de una heterodoxia poco vinculada a la imagen con que se asocia el pop italiano, ya que cultiva desde el folclore del sur de Italia al burlesque y la canción americana, y se confiesa heredero del tanguero Goyeneche y de Louis Prima por partes iguales. La prensa inglesa no tiene tapujos en catalogarlo como "el Tom Waits italiano". Imprescindible es su disco de 2011 Marinai, Profeti e Balene, un trabajo doble de canciones inspiradas en odiseas que transcurren en el mar.