Negocios de barrio

Rodrigo Rubio y Marco Calabrese son dos chefs que, en 2012, decidieron abrir su propio negocio inspirados en un concepto que conocieron en Brooklyn. Dieron origen así a uno de los primeros cafés de barrio en Hernando de Aguirre, Providencia, desarrollando un espacio familiar, con política pet friendly y de reciclaje, con venta de productos orgánicos, sin azúcar ni gluten. Pasó el tiempo y el lugar se transformó también en una panadería y en un centro de elaboración; sábados, domingos y festivos, además, tienen brunch.

Instagram: @gruporendebu

Sus dueños son los hermanos Arturo y Pablo Jaque, productores de hortalizas cosechadas en Lampa y también cerca del lago Colico. Tienen dos puntos de venta -en las avenidas Bilbao y Colón-, mercados de barrio donde procuran dar atención personalizada y bajos precios. Cuentan con una política de cero pérdida de alimentos frescos y, además, venden lácteos, leches vegetales, carnes y mariscos congelados, quesos, frutos secos, hamburguesas vegetarianas y miel, todo de origen local.

Instagram: @beniciomercado

Cafetería y Emporio Del Brote tiene carta diseñada por la blogger vegana Javiera Quiroz (RecetasdeJavi.cl) y es iniciativa de un grupo de amigas con ideales comunes en torno a incentivar el comercio local, ético, sustentable y de pequeños proveedores, la alimentación vegana sabrosa y el café de especialidad, siempre en un contexto pet friendly. Danitza Jaramillo es una de las socias y explica: "Nos interesa dar comida rica, con historia. Tenemos, por ejemplo, papas nativas y quínoa directo de comunidades mapuches y aimaras".

Instagram: @cafeteriayemporiodelbrote

Almacén Fibra es uno de los puntos de venta a granel para productos Cosecha Justa, iniciativa que promueve la presencia y comercio ético de la producción de pequeños agricultores locales. Tienen lentejas, garbanzos, arroz integral y quínoa, sus respectivas harinas molidas en un molino de piedra, y pastas de lentejas y garbanzos, todo certificado sin gluten y como comercio justo.

La Siembra es uno de los siete locales habilitados en la remodelación de un minicastillo ñuñoíno edificado hacia 1940 y cuyo concepto es que los vecinos sean quienes le den vida. Tiene oferta de café, cervezas artesanales, pastelería de elaboración propia y almuerzos con ingredientes generados a baja escala; también hacen apicultura en los techos y ofrecen talleres, actividades culturales y música en vivo. Instagram:@lasiembra_cafeycervezas.