SÍ pienso que lo peor puede pasar. Imagino que es alguna especie de mecanismo de autodefensa transmitido familiarmente. Aunque como la mayoría de las veces no sucede nada tan grave, el alivio ocupa su espacio. Una forma algo malsana de ser precavido.
NO me provocan pavor los escenarios. Por el contrario, siempre me sentí más cómodo en escena que afuera. SÍ me gustaría ver en Evópoli a Sebastián Piñera. NO tengo ningún interés en ser presidente de nada. Hay mucho teatro, mucha música, viajes y vida familiar pendientes. SÍ aprendí en política lo susceptibles que son las personas a sucumbir a la vanidad y que la exaltacion del autohalago solo confirma la debilidad del carácter. NO me he arrepentido de dejar la arquitectura. No era mi camino pero me sirvió para apreciar la belleza de los espacios y valorar el patrimonio arquitectónico. SÍ me cuesta el perdón. Tengo demasiada buena memoria para la deslealtad y soy pésimo para las segundas oportunidades.
NO doy muchas entrevistas. Así me arrepiento menos de lo que digo. SÍ conoces la traición siendo ministro. Sin pecar de ingenuo, era algo que me esperaba. La envidia es un sentimiento muy fuerte de dominar. Aun así el fuego amigo siempre duele. NO soy de izquierda porque el siglo XX dejó suficiente evidencia histórica de gobiernos de izquierda generando pobreza, injusticia y sufrimiento alrededor del mundo. Excepciones hubo como Lagos, Mitterrand u Obama, personas modernas que se dieron cuenta de cómo el mundo había cambiado. SÍ sirve ser actor en política, porque enseña a escuchar, forja el temple ante la crítica y permite la calma cuando estás en el centro de la escena donde todo apremia.
NO pensé que tendría 5 hijos. SÍ creo que el amor más que una emoción es una decisión que tiene un montón de responsabilidades pero más beneficios. Adoro los últimos y he llegado a buenos términos con los primeros. NO pensé jamás en no casarme. Estoy hecho para el matrimonio por estructura mental. La soltería me parece un infierno. SÍ nos damos con mi mujer la libertad para crecer individualmente en las áreas que hemos escogido y compartir nuestro camino común con nuestras penas y felicidades tratando de pasarlo bien. NO somos muy dados a comprender lo que no nos toca de cerca. Probablemente (tener una hija con síndome de Down) era una realidad que yo no consideraba mucho. Hoy es un tema demasiado presente y quiero que esté mas presente para todos en adelante. SÍ me da más susto el futuro de mi hija Alicia que de los demás porque por supuesto es más vulnerable y necesitada de atención que los otros. Mi desafío es darle todas las herramientas posibles para que tenga autonomía y seguridad emocional. Ya trae consigo la confianza y la alegría, lo que le da una enorme ventaja. NO sé todavía si me gustaría tener un hijo actor o político. Solo me importa que se realicen, tengan seguridad y mucha tranquilidad de espíritu. SÍ tengo de manual de cabecera las obras completas de Shakespeare. Pura pasión humana de seres muy imperfectos.
Señas:
47 años.
Diputado Evópoli.
Actor.