Apenas tenía 10 años y Noemí Manríquez (16) comenzó a hacer activismo sin siquiera saberlo. A esa edad se mudó desde la ciudad de Puerto Montt al pueblo Piedra Azul, una localidad rural junto a la Carretera Austral. Sin buena conexión a internet y sin poder ver Netflix como lo hacía antes, Noemí se interesó más por la naturaleza que la rodeaba. Ese primer verano bajó todos los días a la playa y se encontró con que estaba cubierta de residuos, así que junto a sus papás comenzaron a llevar una bolsa para recogerlos, actividad que terminó transformándose en un hábito para Noemí.
Y es que –como dice al comenzar esta entrevista– su conexión más fuerte dentro de la naturaleza, es con el océano. “Pensé en sumar a más gente a mi idea de limpiar las playas, así que partí con mi curso. Mi mamá me ayudó a explicarles a los apoderados y yo les conté a mis compañeros. Ellos reaccionaron súper bien y me acompañaron en la limpieza de playas. El apoyo fue grande y muy positivo”, recuerda Noemí, quien en 2019, con 11 años, fue reconocida por el Ministerio de Medio Ambiente como ‘Niña Planeta’ de la región de Los Lagos, gracias a su proyecto de generación de ecoladrillos con residuos obtenidos en la limpieza de playas, que se usarían en el hermoseamiento de las áreas comunes del entorno.
¿Cómo un niño, niña o adolescente pueden partir siendo agente de cambio?
Mediante la activación de más personas, es decir, invitando a otros a unirse a aquellos cambios por los que se tiene convicción. Todos tienen ideas diferentes de lo que significa activismo, pero mi idea personal es activar a otras personas para que tomen acción y sean partícipes. Yo partí con mi familia, desde una base no tan sólida que fue recogiendo residuos a la orilla de la playa. Éramos solo nosotros tres. La idea principal de mi activismo, que siempre trato de transmitir, es el amor al medioambiente. Más allá de participar o no de un voluntariado, de generar economía circular, etc., se trata de concientizar el cuidado y el amor por la naturaleza, que fue lo que a mí me motivó.
¿Cómo ves, en general, el escenario del activismo medioambiental en Chile?
A veces la sociedad idealiza mucho a las personas activistas, a los ambientalistas, o a quien realiza acciones de este tipo. En el área del medioambiente, si quieres ser una persona que contribuya, se espera a que hagas infinitas cosas, o también se les encasilla. Pero, para mí, cualquier acción por mínima que sea, va a generar un cambio.
¿Con qué estigmas crees que cargan los adolescentes ambientalistas?
Generalmente que son los más mateos, el primer lugar en el curso siempre. En lo personal, a mí me cuesta un montón aprender y me esfuerzo mucho en el colegio. La gente te pregunta por tus notas, sobre qué quieres estudiar, porque muchas veces asumen cosas y eso genera un bloqueo a los adolescentes que quieren comenzar con el activismo porque piensan que deben ser una persona perfecta, todo el día aprendiendo, investigando.
Pero cualquier persona puede activar y concientizar a más personas sobre el cuidado del medioambiente. El propósito inicial lo tiene que buscar cada uno, entender por qué haces las cosas. Los conocimientos que más trato de transmitir son los que he adquirido a través de mi experiencia. Hablo mucho de microplásticos y sobre cómo los he visto en las playas, de qué lugar vienen y cómo se van convirtiendo en microplásticos. Todos esos estudios, ese conocimiento, uno lo va adquiriendo en la práctica y esas experiencias deben ser más válidas.
¿Crees que en Chile y especialmente en los colegios hay poca educación ambiental?
La educación ambiental que nos acompaña no es la mejor. Por ejemplo, siempre se visibiliza al plástico como algo súper negativo, cuando nos ha ayudado en muchos avances científicos y médicos. El problema es cómo nosotros lo utilizamos.
¿Qué acciones recomendarías a los y las adolescentes que quieran iniciarse en el activismo?
Lo principal es transmitir amor, buscar la conexión de cada uno con el medioambiente y luego las ideas que les nazcan. Después de eso, crear y despertar nuestra imaginación, algo necesario para todas las edades. También es bueno hacer cosas para la comunidad, como participar de voluntariados de cualquier tipo, como sociales, por ejemplo. Uno aprende mucho de ellos. Yo voy a visitar a gente que vive sola en las zonas rurales, les vamos a dejar regalos en Navidad, conversamos con ellos, aprendemos muchísimo y ellos disfrutan esos momentos.
Adolescente impacta
Luego de varios años siendo activista y de vivir en experiencia propia las dificultades que se presentan en un mundo donde la participación en la toma de decisiones es dominada por los adultos, en 2023 Noemí decidió abrir la página de Instagram Adolescente impacta (@adolescenteimpacta), una plataforma que combina áreas como innovación, medioambiente, STEM, periodismo y humanidades, e inclusión, entre otras; y promueve distintas instancias de participación y aprendizaje para adolescentes.
“El recorrido que he tenido como activista medioambiental no ha sido fácil, para ninguna adolescente lo es. Todos te dicen que salgas de tu zona de confort, pero una vez fuera de esa zona de confort la gente igual te mira raro. Piensan que eres muy chico para generar un cambio ambiental o social, o incluso hablar de política. Muchas veces se minimiza la opinión de los jóvenes, porque el adultocentrismo es potente todavía en todo el mundo. Hice esta red para darles un espacio a adolescentes donde se sientan cómodos y puedan potenciar sus habilidades en las áreas que ellos quieran. Es hecha por y para adolescentes”, explica Noemí, quien a lo largo de su trayectoria ha tenido la oportunidad de reunirse con distintas autoridades, entre ellas el Presidente Gabriel Boric, a quienes ha podido plantearles sus inquietudes y comentarles sobre sus proyectos y líneas de trabajo.
Dentro de los reconocimientos que ha recibido Noemí destacan su participación en la categoría Niñas y Jóvenes Líderes e Innovadoras por la Equidad, de Women Economic Forum Chile; ser nombrada una de las 100 jóvenes líderes por El Mercurio; su nominación como Activista Ambiental en la categoría Mi mundo en los Kids Choice Awards, en México, 2023; y su participación como representante de Chile en el encuentro Ecoinfluencer y activistas por el cambio climático, en Lima, Perú, donde se reunieron más de 200 jóvenes de ocho países.