Acabamos de pasar el solsticio de invierno –el día más corto del año– y el mes de junio es el punto en el que se concentran los días más oscuros, aquellos en los que tenemos menos tiempo para disfrutar de la luz del sol. Y si bien eso puede traer varias consecuencias para nuestro propio estado de ánimo, nuestra piel y en general la percepción de nuestros niveles de energía, la cantidad de luz y calor que recibimos de la estrella más grande de todas afecta también de manera muy poderosa a nuestras plantas.
Pero aún cuando estemos atravesando por la temporada más fría y oscura del año, hay dos buenas noticas: la primera, es que desde este miércoles los días vuelven a hacerse cada vez un poco más largos, hasta llegar al nuevo solsticio de verano. Y la segunda, es para nuestras plantas. El invierno no tiene por qué ser sinónimo de abandonar nuestro jardín o huerto urbano. Todo lo contrario. Sigue siendo una excelente temporada para cultivar muchas especies que pueden crecer en este clima con los cuidados adecuados. Y la forma de protegerlas de las inclemencias del tiempo es a través de un invernadero.
Los invernaderos son estructuras compuestas de techo y paredes cubiertas de algún material transparente que permite que entre la luz, pero que impiden que el calor escape. Dentro de ellos se cultivan plantas de todo tipo y son especialmente útiles para mantener huertos urbanos durante los meses más fríos del año. Los hay de todas las formas y tamaños, porque se pueden adaptar a las necesidades de cada usuario.
Al contrario de lo que muchos pueden creer, el invernadero no tiene por qué ser una estructura costosa o aparatosa. Rossana Sánchez, creadora de la cuenta de Instagram @Cosechandola, es ingeniera mecánica de profesión, pero se ha dedicado al cultivo de plantas hace ya varios años. Dicta talleres desde su casa sobre cómo crear huertos urbanos y además tiene sus propios invernaderos. “La idea del invernadero surgió un otoño en que no quería que mis tomates se murieran con la helada y buscando opciones de invernadero con las 3B nos quedamos con la opción de los tubos de PVC”, explica. Rossana eligió este material precisamente por lo práctico que resulta construir una estructura con él, pero además porque son baratos y fáciles de conseguir.
Un consejo clave que comparte Rossana para quienes quieran probar la estrategia de los invernaderos es considerar que, si bien son una gran ayuda para nuestros cultivos, no son magia. “No puedo aumentar la cantidad de horas de luz, entonces tampoco se trata de tener cultivos de verano en pleno invierno”, explica. “Para lo que sí sirve mucho es para tener un cultivo mucho más abundante en pleno otoño e invierno, donde la temporada hace que todo crezca lento. Hay momentos en que ni si quiera lo más simple crece rápido, pero dentro del invernadero sí. Esto lo veo con las lechugas que están dentro del invernadero. Ya he cosechado tres veces, mientras que las que están afuera a la intemperie –y que fueron sembradas al mismo tiempo– han crecido mucho más lento y aún no he podido cosecharlas”.
Para quienes quieran probar esta alternativa de cultivo durante el invierno y quieran resguardar sus plantas dentro de su propio invernadero, les compartimos tres alternativas para encontrar la opción ideal para su huerta.
- Hazlo tú mismo. Si quieres probar hacer tu propio invernadero a partir de una estructura de PVC recubierta de plástico transparente como Rossana, puedes usar una guía y los planos que comparten en el sitio web Ideas Verdes. Con este modelo en mano tendrás toda la lista de materiales y las medidas de la estructura para trabajar en el diseño de tu propio invernadero. Pero si dispones de muy poco espacio y lo que quieres hacer es algo realmente pequeño, recomendamos este tutorial de un mini invernadero perfecto para la cocina, el living o un balcón en el que podrás cultivar algunas hortalizas o generar distintos espacios de cultivo según la disponibilidad y distribución de tu casa.
- Pequeño invernadero vertical para cualquier espacio. Si el espacio escasea en tu casa y no dispones de un jardín para construir tu propio invernadero, estas soluciones verticales pueden ser una alternativa para tus cultivos en invierno. Son ideales para un balcón u otro sector de luz dentro de la casa, la logia o la cocina ya que, al tener una estructura similar a la de un librero o repisa, se pueden ubicar contra una pared y ocupan muy poco espacio.
- A la medida. Para quienes quieran desarrollar un proyecto este invierno y cuenten con un jardín, incluso con uno pequeño, esta alternativa podría ser la ideal. Se trata de un emprendimiento de invernaderos modulares funcionales que se adaptan a las medidas y el espacio del que disponga cada persona. Al ser módulos pueden agruparse para conformar una huerta más grande o ubicarse por separado en espacios más pequeños. Gracias a su tamaño pequeño y a que tienen una sola apertura a la que se accede por el techo, pierden muy poco calor, son muy eficientes, prácticos y con un diseño muy atractivo.