Quienes amanecen con la mandíbula adolorida o suelen escuchar que rechinan los dientes al dormir, es muy probable que hayan desarrollado bruxismo. “Esta es una actividad muscular mandibular repetitiva e inconsciente regulada por el sistema nervioso central y cuyas principales características son el apriete y rechinamiento dentario”, explica el cirujano de Clínica Dental Orrego Luco (@ClinicaOrregoLuco) José Zanetta.
Entonces, no sería casualidad que, en tiempos de crisis sanitaria, cuarentena, teletrabajo y todos estos factores con los que nos enfrentamos, vivamos más estresados y con la ansiedad en aumento. Y eso tendrá un impacto en los dientes. “El bruxismo es multifactorial y se asocia a maloclusiones (incorrecta formación de los dientes), estrés emocional, ansiedad, consumo de sustancias estimulantes como café, té, bebidas cola, chocolate, ciertos medicamentes y algunos antidepresivos”, asegura Zanetta.
En 1997 se publicó una investigación en el Journal of oral rehabilitation, llamado Rasgos de la personalidad de un grupo de sujetos con conductas bruxismo de largo plazo donde se dio a conocer que las personas que vivían con este problema somatizaban sus procesos ansiosos más que quienes no lo tenían, y al mismo tiempo manifestaban mayor ansiedad social. Por otro lado, un estudio publicado en Brasil en 2018 reveló que los adolescentes de entre 13 y 15 años que experimentaban acoso escolar tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar bruxismo que quienes no.
Uno de los principales mitos que giran en torno al bruxismo es que solo ocurre de noche, cuando lo cierto es que también existe el bruxismo despierto, el cual se manifiesta durante las horas de vigilia, por lo que puede ser más fácil de detectar. Es por esto que Zanetta recomienda que antes de comenzar un tratamiento, se defina bien el origen específico de cada caso particular. “El bruxismo es mucho más que solo el desgaste o daño que podemos observar en los dientes y encías. Se asocia con dolor orofacial, cefaleas, trastornos del sueño como microdespertares, trastornos respiratorios durante el sueño como el síndrome de apnea e hipoapnea del sueño, dolores articulares y musculares en la zona afectada”, dice.
Según el especialista, existen distintos tratamientos para el bruxismo dependiendo del origen del problema, dentro de los que destaca el uso de protectores bucales, pero también pasar a un estilo de vida más saludable y, en algunos casos específicos, el uso de bótox. Por eso es necesario consultar a un especialista parea identificar la razón y el mejor tratamiento.