Las mujeres en las áreas de ciencia y tecnología siguen siendo una minoría en nuestro país. Según datos de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información, la participación femenina en TI es de un 5%, mientras que, en países como Estados Unidos, en los que todavía la participación femenina es baja, las mujeres representan cerca del 20%. Esto preocupa a quienes han atendido esta brecha de género a través de programas que buscan insertar a las mujeres en el campo laboral.
“Este es un tema que requiere de una acción conjunta de muchos actores, incluyendo la industria privada; y que implica cambios en el sistema educativo, pero también cambios culturales como los estereotipos de género que en sociedades como las nuestras son súper marcados”. explica Daniela Sáez, estudiante de ingeniería electrónica.
Son precisamente estos estereotipos los que por años les han jugado en contra a miles de mujeres y niñas, que no se han visto representadas en el mundo de la tecnología. Según un estudio realizado por la plataforma de reclutamiento británica CWJobs, el 64% de las mujeres vinculadas al mundo de las ciencias y la tecnología, afirmó que tener un referente femenino fue un factor decisivo al momento de seguir una carrera en la misma área. En Chile distintas organizaciones trabajan en este objetivo, como Innovacien, Laboratoria, Kodea, Ingeniosas y referentes de la industria como Microsoft, entre otros.
Susan Black, doctora en ciencias de la computación y propulsora de la participación de mujeres en el ámbito de la tecnología, escribió en un artículo lo crucial que fueron para ella los referentes en su área de interés. “Los modelos en los medios tradicionales son una de las formas más rápidas de aumentar los números de mujeres en el área tecnológica”, comenta. “Y es que lo que las personas ven a su alrededor tiene un enorme efecto en cómo se ven a sí mismos”.
Daniela Sáez (24) está a punto de graduarse como ingeniera en electrónica. En su colegio no existían talleres de programación ni de robótica –área que se convirtió en su pasión cuando era adolescente– así que su primer aprendizaje fue completamente autodidacta. No tener modelos de mujeres a quienes seguir, la hizo convertirse en uno. “Con un grupo de compañeras le pedimos al Centro de Padres que nos compraran un robot de Lego y todo lo demás lo aprendimos por internet. Luego le enseñamos a las niñas más pequeñas”, recuerda. Eso fue en 7°Básico, cuando tenía 12 años. Con el tiempo fueron adquiriendo conocimientos y después el colegio las apoyó con profesores que aprendían con ellas. Así, de a poco, fueron ganando premios y surgió interés entre las demás alumnas. A los 15 años creó I-Sense: traje que permite a personas ciegas percibir colores y la proximidad de objetos, el cual fue la confirmación para saber lo que quería hacer con su vida: la robótica. “El apoyo de alguien que crea en lo que uno hace es primordial, y en mi caso fueron dos profesoras del liceo, además de mi familia. Pero a veces una niña solo necesita a alguien cercano que le diga, creo en ti, tú puedes”.
Actualmente, Daniela está haciendo su práctica en la ONG Innovacien y hace clases de alfabetización digital. A través de la misma organización, también es parte fundamental de Digigirlz, iniciativa en la cual es speaker e instructora de jóvenes y escolares. "Lo que me gusta de la tecnología es que no necesitas tantas cosas para aprender a programar, es democrática. Todos podemos acceder a ella”, dice.
Digigirlz es una iniciativa que lleva siete años en Microsoft a nivel global, y que busca incentivar la participación en las STEM de las niñas desde muy temprana edad. La compañía abre sus puertas para, en conjunto con ONGs orientadas al desarrollo de jóvenes y de mujeres, entregarles conocimientos en programación y la robótica. “Nos encontramos en un momento único, en el que la revolución de la innovación transforma el mundo en que vivimos con grandes oportunidades de crecimiento profesional, alta remuneración y pleno empleo para todas nuestras jóvenes. Sin embargo, las carreras STEM continúan siendo mayoritariamente masculinas. Es por eso que es necesario seguir trabajando para impulsar el estudio de estas carreras y contribuir a generar las habilidades necesarias para impulsar la diversidad en la industria”, explica Sergio Rademacher, Gerente General de Microsoft Chile.