LA PREGUNTA

“Estoy en pareja hace muchos años y si bien nos amamos y en general tenemos buen sexo, a veces la rutina nos juega un poco en contra y ya no encontramos formas de innovar en ese ámbito. Hace poco vimos porno juntos por primera vez y fue una buena experiencia. Lo que me preocupa es que terminemos dependiendo de eso para poder excitarnos y que nuestro sexo se transforme en que cada uno sienta placer con lo que ve sin que exista tanta interacción entre nosotros. También me pasa que muchas cosas de las que veo no me gustan y me preocupa que mi pareja me las comience a pedir”.

Javiera Riquelme, 34 años.

LA RESPUESTA

La psicóloga y terapeuta sexual, Laura Leal, dice que las parejas pueden ver porno cada vez que quieran hacerlo porque puede ayudar a elevar el goce y el disfrute. Lo que sí es importante considerar, es que siempre tiene que haber una conversación de por medio, porque efectivamente se corre el riesgo de que las personas se acostumbren a usarlo para excitarse. “Les ocurre mucho más a los hombres que a las mujeres ya que están acostumbrados a los estímulos visuales. Por eso es importante abrirse a otros estímulos como el tacto, la música o los sabores, y así probar otras sensaciones y no solo las que da el ver algo”, dice.

Además, la terapeuta sexual señala la importancia que tiene hablar sobre lo que ven, porque el porno convencional está lleno de estereotipos. “Hay que reconocer qué de lo que se ve allí es ficción y qué no”, agrega. Esto último es relevante si se considera que los hombres suelen confundirse respecto de la sexualidad femenina, ya que las mujeres en el porno parecen estar disfrutando plenamente de las relaciones sexuales, mientras que en la realidad algunos estudios han comprobado que el 80% de las mujeres no alcanza el orgasmo solamente a través de la penetración, que es lo que habitualmente se muestra en la pornografía.

La experta explica que el riesgo de esto es que “se podría producir ansiedad por el desempeño en algunos hombres y eso, a su vez, podría generar problemas como disfunción eréctil o eyaculación precoz".

¿Otros tipos de porno?

En el último informe de PornHub (2019) las búsquedas de pornografía por género dieron cuenta de que la categoría más vista a nivel global por las mujeres es el porno lésbico. Según Laurie Betito, psicóloga y directora del Centro de Bienestar Sexual de dicha plataforma, esto se debe a que "en este tipo de pornografía, contrario a otras, se muestra lo que las mujeres quieren que se les haga; hay más erotismo y más sexo oral para ellas. En algún minuto las mujeres pensábamos que el sexo era algo masculino, pero ahora entendemos que nuestro placer es igual de importante”.

Laura Leal agrega que es fundamental que si una pareja decide ver porno, vean algo que les guste a ambos. “Si hay uno de los dos que no se siente cómodo, no lo deberían ver. El porno tradicional suele ser muy violento y estereotipado. Por tanto creo que es interesante que accedan a un tipo de porno en el que existan cambios de roles, donde no solo sea el hombre el que domine y disfrute, sino que la mujer también tome la iniciativa”.

En los últimos años se ha desarrollado con mayor frecuencia otros tipos de pornografía como el soft porn y la nueva corriente de porno feminista que no se fijan en el placer inmediato, sino que en el disfrute de la sexualidad de manera emocional y afectiva, así como también buscan darle protagonismo a la mujer y no reproducir lógicas de subordinación y violencia. “Es interesante conocer esas nuevas corrientes para abrir el imaginario erótico y así descubrirse uno mismo y con la pareja”, concluye Leal.