LA PREGUNTA
“Mi hijo de 5 años nunca había tenido problemas de sueño. En una rutina normal, cuando iba al colegio, se despertaba a las 6 a.m. –obligado, por supuesto– y se dormía entre las 8 y las 9 p.m. No había tenido que ser estricta con eso porque a esa hora le da sueño, salvo algunas excepciones como vacaciones o cuando hemos tenido invitados en la casa que queda prendido. Pero desde que estamos en cuarentena esto ha cambiado y me cuesta muchísimo que se duerma, de hecho nunca lo hace antes de las 11 p.m. Estaba pensando en darle melatonina porque he escuchado a amigas decir que la usan, pero no sé si es recomendable o si le puede causar alguna adicción”.
Josefina Rojas, 39 años.
LA RESPUESTA
La melatonina es una hormona encontrada en seres humanos, animales, plantas, hongos y bacterias, así como en algunas algas. Se produce principalmente en la glándula pineal y participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos. Uno de ellos es controlar el ciclo diario del sueño. La doctora Marcela Paredes, neuróloga infantil de Clínica Santa María, explica que en el caso de las personas, cuando nos vamos a quedar dormidos, se produce el punto más alto de esta hormona en la sangre. “Por eso, la melatonina artificial se puede usar como un inductor del sueño, porque no interfiere en su mantención”.
En los niños –agrega– es útil, pero tiene que usarse asociada a una higiene del sueño. “Hay que tratar de formar el hábito de las horas en que queremos que la niña o el niño se duerma. Generalmente en momentos en que cambia su rutina como son las vacaciones o ahora que estamos en esta situación excepcional de pandemia y cuarentena, los padres descuidamos un poco la levantada de los niños y esto hace que se corra el ciclo de sueño completo y les cueste quedarse dormidos en la noche”.
El exceso de pantallas también influye, sobre todo antes de dormirse. “La recomendación es ordenar el sueño desde el momento de despertar. Nunca debería ser después de las 9 a.m. –en los adultos tampoco–, y en la noche el horario máximo para dormirse debería ser las 11 p.m., no después. Y en el caso de las pantallas, nunca usarlas más de una hora sin descansar y dejarlas una hora antes del horario que uno estipula que la niña o niño se tiene que dormir”, explica Paredes.
Si tomando estas medidas no se quedan dormidos, la experta recomienda usar melatonina como inductor del sueño. “Lo ideal es dársela cuando ya están con pijama, acostados, con luz tenue o apagada y ojalá con una música que los tranquilice, porque su efecto es corto. Si se la toman cuando están levantados y jugando, no se van a dormir”, aclara. Y agrega: “Tampoco sirve tomarla una sola vez porque se tiene que crear el hábito y eso ocurre aproximadamente después de una semana”.
Y agrega que pueden tomarla niñas y niños de todas las edades, pero siempre se debe tener un control sobre el tiempo que la consumen. “La gente a veces cree que como es natural le pueden dar sin restricción, pero si les doy por mucho tiempo –más de un mes– comienzo a frenar la propia producción de melatonina. Se debería usar solo en los momentos en que necesito regular los ciclos del sueño por algún cambio de rutina como las vacaciones o ahora en cuarentena. Porque tampoco es un ansiolítico, y si un niño no se duerme porque está ansioso, irritable o tiene miedo, no le va a ayudar. En esos casos se requiere una terapia distinta”.