El aislamiento y la posibilidad de mantener cuarentena en nuestros hogares es, sin duda, un privilegio que no todos se pueden dar. Pero incluso siendo conscientes de esto, parece inevitable sentir que los días se mezclan entre sí, que los fines de semana ya no valen la pena y cuesta proyectar el futuro cercano al no saber cuándo va a terminar la crisis sanitaria. Nos podríamos sentir un poco como el personaje de Bill Murray en El día de la marmota, donde el mismo día se repite una y otra vez. Entonces, ¿qué podemos hacer para devolverle el sentido a nuestros días y no hundirnos en la negatividad?

“Con el paso de los días se produce una suerte de desgaste al estar circulando por los mismos lugares, repitiendo las mismas rutinas y estando en un ambiente de preocupación por lo que puede pasar. A estas alturas hay una sensación de que ya se hizo todo lo que se podía hacer para sacarle provecho a este tiempo, y todos los pendientes que teníamos ya los hicimos, entonces nos preguntamos qué hacemos ahora”, explica la psicóloga de Clínica Alemana, Solange Anuch.

La especialista describe un ciclo dentro de la crisis, explicando que empezamos impactados por la situación queriendo enfrentarla heroicamente, pero luego nos damos cuenta de que, dadas las características de la crisis, van a pasar fenómenos negativos. Incluso muertes. “Hay una sensación de desilusión, de desgaste y fatiga, pero luego le volvemos a dar un orden en la medida que comprendemos la situación y nos armamos de fuerza para reconstruir y seguir con esperanza”, añade.

La psicóloga recomienda plantearnos objetivos diarios y en relación al largo plazo, ver cómo quisiéramos participar del mundo y de la vida cuando todo mejore. “Tengamos presente que hay una parte de nuestro modo de funcionamiento previo en el que proyectarnos tanto hacia delante se estaba robando nuestro presente”. Además, refuerza la importancia de darle sentido a las pequeñas cosas, tales como regar una planta, oler lo que cocinamos o ver películas, para darle sentido a la vida.

Por su parte, la coach Paulina Arrau hace una invitación a cambiar la forma en que vemos la vida. “Independiente de que los días se pongan aburridos o estemos haciendo lo mismo que el día anterior, hay que hacer un juego mental para estar siempre presentes y escuchar lo que nos estamos diciendo. Debemos ser conscientes y controlar nuestras decisiones, porque si no lo hacemos, efectivamente podemos entrar al día de la marmota”, asegura.

Según la coach, si nos permitimos pasar toda una mañana sintiendo que nuestros días no tienen sentido, difícilmente saldremos de esas emociones durante el día, y si nos mantenemos así podemos seguir por días. Finalmente, hace un llamado a hacernos tres preguntas: ¿Qué necesitamos seguir haciendo? ¿Qué necesitamos dejar de hacer? y ¿Qué necesitamos empezar a hacer?