“¿Has sentido alguna vez que estás viviendo con la guardia emocional arriba, siempre pendiente porque no sabes de dónde vendrá el próximo ataque?”, con esta pregunta abre uno de sus podcasts sobre salud mental y relaciones tóxicas la psicóloga canadiense y PhD en psicología, Rhoberta Shaler. Conocida como la doctora de las relaciones, en uno de los capítulos de su serie de conversaciones acerca de cómo hacernos cargo y salvar nuestra propia salud mental de quienes la dañan, la especialista plantea la interrogante para introducir un tema del que poco se conoce, pero que a muchos afecta: el terrorismo emocional.
La psicóloga explica que si la respuesta la pregunta planteada al comienzo de su podcast es afirmativa, lo más probable es que hayas estado, estés en una relación o hayas sido criado o criada por un terrorista emocional. “Si has tenido la sensación de no saber de dónde vendrá el próximo golpe o te has sentido inseguro, sobretodo en tu propio hogar, son señales claras que te dan una pista de que has sido objeto de terrorismo emocional, explica la psicóloga. “Y esto marca toda la diferencia en cómo piensas sobre ti mismo, sobre otros seres humanos y cuán seguro te sientes en el mundo”.
Si bien no se trata de un concepto acuñado en la literatura médica, sí ha sido utilizado en salud mental y cada vez gana más tracción en la cultura popular para describir relaciones tóxicas, sobre todo en las parejas. La psicóloga clínica Soledad Morales, especialista en Ciencias de la Familia y en terapia de parejas, explica que el terrorismo emocional se reconoce principalmente porque es ejercido desde la violencia. “Es una falsa creencia de que desde esa vereda es de donde logro cumplir objetivos”, explica. “Esta dinámica se observa en las relaciones toxicas y dependientes”.
La especialista aclara que el terrorista emocional tiene un rol progresivo en la relación de pareja. “Busca siempre obstaculizar al otro, no sabe considerar términos medios, no logra integrar al otro desde el valor, prefiere mantener el conflicto, no sabe dialogar desde otra vereda”, agrega. Además, explica que para el terrorista emocional es clave poder mantener esta dinámica en el tiempo, porque carece de herramientas para moverse en planos más sensibles.
Roberta Shaler explica que otra pieza clave del puzzle que va configurando la dinámica de terrorismo emocional en una relación es la coerción. Y una que se ejerce a un punto tal que impide que la persona afectada pueda ver que existen otras opciones más que sucumbir ante la voluntad del terrorista. “Te hacen ver muy claramente que están dispuestos y que son capaces de imponer castigos si estiman que es necesario. Porque ellos quieren que hagas su voluntad y solamente eso”, dice la psicóloga.
La coerción, según Shaler, puede empezar con algo tan simple como si no accedes a lo que el otro quiere, te dice que dejará de hablarte. Pero puede llegar a estrategias más elaboradas, como amenazar con contar información privada a amigos y conocidos, incluso reconociendo que esas supuestas infidencias que divulgará pueden ser completamente inventadas.
Otro ejemplo típico del control subliminal a través del miedo que ejerce un terrorista emocional y que plantea la especialista en su podcast, es la situación cuando en una pareja uno ofrece hacerse cargo del cuidado de los hijos para que el otro pueda asistir a un compromiso de trabajo. Pero, a último momento, él o ella avisa que no podrá cumplir con su tarea de cuidar a los niños durante esa jornada. “Tú piensas que él cuidará de los niños para que puedas ir a trabajar, pero repentinamente ponen en riesgo tu trabajo, tu carrera y tus ingresos al no aparecer a cumplir con el compromiso que tenían”, explica.
Y todo esto genera un estado de hiper vigilancia, según Shaler. “Las personas están siempre mirando por encima de sus hombros, analizándolo todo antes de decir o hacer cualquier cosa por el posible impacto que esos actos puedan generar”, comenta en su podcast. La terapeuta explica que los terroristas emocionales se caracterizan por tergiversar las situaciones, deconstruirlas y reinterpretarlas para su conveniencia. “Ellos quieren hacerte pensar y hacer cosas que tú realmente no quieres hacer y para ello usan amenazas si no cumples con sus demandas”.
A diferencia de lo que ocurre en una situación de terrorismo político, en el plano emocional negociar no es una alternativa según los expertos, pero sí se puede trabajar en ello. Si bien la psicóloga especialista en parejas, Soledad Morales, reconoce que en una relación tóxica ambos tienen características que favorecen la dinámica, es posible trabajar este tipo de situaciones. “Toda colusión –las relaciones que se establecen buscando suplir mis carencias con el otro– se puede trabajar, porque la plasticidad forma parte de nuestra condición como personas”, explica. El primer paso es abordarlo con quien ha sido víctima de los comportamientos de terrorismo emocional, explica la experta, para promover así en ese individuo conductas de autonomía desde las propias capacidades.