LA PREGUNTA

Cuando tengo relaciones sexuales muchas veces me asaltan pensamientos negativos respecto a mi físico o a mi capacidad como amante, lo que hace que finalmente no disfrute mis relaciones. ¿Cómo puedo superar mis inseguridades sexuales?

Trinidad Arteaga, arquitecta.

LA RESPUESTA

Una de las razones más evidentes de las inseguridades sexuales, según la psicóloga especialista en sexualidad, Claudia Hurtado, son los estereotipos que muestran ideales de belleza inalcanzables, poco reales y que hacen que las personas tiendan a compararse y a generar expectativas de uno o de otros. “Nos comparamos con un ideal porque nos plantearon un estereotipo de cómo es ser hombre y cómo es ser mujer y cuando no cumplimos con esas expectativas, nos insegurizamos”, explica.

Tanto hombres como mujeres se ven enfrentados a las inseguridades sexuales. Según especifica la especialista, las mujeres han sido más sometidas a estereotipos en comparación a los hombres y sus inseguridades son mayormente físicas, ya sea cumplir con estándares de belleza como el peso o una figura ideal, así como también en el ámbito sexual, tales como provocar gemidos, moverse bien u otros. Por su parte, los hombres se insegurizan por detalles como el tamaño del miembro, la duración, y la cantidad de veces que pueden mantener relaciones sexuales en un solo encuentro.

“Es tanta la inseguridad que nadie se atreve a hablar sobre la sexualidad por el miedo a herir al otro. Porque cuando hablamos de las cosas que queremos mejorar, podemos hacerlos sentir mal. Un gran número de los pacientes que he atendido, su principal problema radica en eso; pareciera ser que en la sexualidad existe un ego muy vulnerable. Al final terminamos limitando nuestra percepción y nuestros deseos para no pasar a llevar a los demás, lo que produce que se cree un círculo vicioso en el que nadie expresa nada. Por lo tanto, se empiezan a perpetuar sintomatologías de parejas como, por ejemplo, la reducción de la frecuencia sexual y de la satisfacción, y el aumento en el fingir orgasmos”, explica.

La clave para superar estas inseguridades está en la comunicación. Según Claudia, en la medida que se realicen estos pensamientos colectivos, se civiliza al resto de la sociedad. “Si todos los hombres, por ejemplo, dan a conocer sus inseguridades y no hablaran de la sexualidad en términos de logros o éxito, se visualizaría el problema. Cuando las cosas se manejan de forma colectiva es mucho más fácil sanarlo”. Lo mismo ocurre con las inseguridades que giran en torno a la figura de la mujer, quienes están sometidas a cánones de belleza muy marcados y, si no se dan cuenta de ello, no se puede finalizar este problema.

También es importante que cada una viva un proceso de reconocimiento de sus propias inseguridades y conocer la propia biografía sexual. “Si queremos mejorar nuestra sexualidad, debemos mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos de dónde provienen esas creencias limitantes que están perjudicando nuestra vida sexual y nos insegurizan. Puede ser por presiones familiares, conversaciones que quedaron en la mente, temas sociales”, concluye la psicóloga.