Nuestras lectoras preguntan: ¿Los ejercicios de Kegel mejoran el sexo?

Ejercicios Kegel

La vida en pareja tiene desafíos que debemos resolver con madurez y compromiso. Por eso, en Paula quisimos conversar sobre estos temas abiertamente y darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.




LA PREGUNTA

“Busco sentir más placer en mis relaciones sexuales y quisiera saber qué tan cierto es que los ejercicios de Kegel mejoran el rendimiento sexual. Si es así, me gustaría saber cuáles son las indicaciones para practicarlos y si debe ser con indicación médica″.

Tania, 35 años.

LA RESPUESTA

Los ejercicios de Kegel nacieron en la década 1940 como una alternativa para tratar la incontinencia urinaria y otras patologías relacionadas, sin embargo, a lo largo de los años, se ha demostrado que su práctica no solo fortalece la musculatura pélvica, sino que también mejora la función sexual de mujeres y hombres.

Al respecto, Francisca Martínez Díaz, docente de la Escuela de Kinesiología de Universidad de Las Américas, señala que “tanto los ejercicios de Kegel como los ejercicios hipopresivos generan un aumento de la actividad de los músculos del piso pélvico, logrando activación de contracción y relajación similar a un entrenamiento de cualquier otro músculo del cuerpo, lo que da como resultado uno tonificado y con mayor capacidad de percibir estímulos. Esto, en el acto sexual, se verá reflejado en una penetración más agradable y placentera”.

Lo cierto es que los ejercicios de piso pélvico no conllevan ningún riesgo y pueden ser practicados en cualquier etapa de la vida, siempre orientados y prescritos por una profesional de la kinesiología pélvica. Los primeros resultados del entrenamiento muscular se observan a las ocho semanas de realizar los ejercicios diariamente y con progresiones semanales.

Paulina Loayza Hidalgo, kinesióloga y coordinadora del área de piso pélvico de la Unidad de Kinesiología de Clínica Santa María, sostiene que los ejercicios de Kegel han evolucionado a través del tiempo y que ya no solo se trata de apretar y soltar la musculatura pélvica. “Actualmente se realiza el Entrenamiento Muscular del Piso Pélvico (EMPP), que es un conjunto de ejercicios mucho más complejos e integrales, que incluyen entrenamiento en coordinación, fuerza, resistencia y potencia de la musculatura pélvica. Este tipo de entrenamiento ha demostrado mejorar la función sexual de las mujeres en varios aspectos, incluyendo el deseo, la excitación y la satisfacción sexual”.

Según la especialista, este trabajo más focalizado mejora la función vascular de la pelvis y clítoris, aumentando con ello la sensibilidad local. Además, mejora la lubricación, la estructura y función muscular que se encarga de generar la erección clitoriana y mantener la sensibilidad durante toda la actividad sexual.

Para practicar estos ejercicios no hay una edad límite, todo depende de la capacidad física de cada mujer y la existencia de patologías crónicas de base. “El tipo de entrenamiento, la duración, los tipos de ejercicios, cantidad de repeticiones, la posición para entrenar los músculos del piso pélvico dependen totalmente de las condiciones particulares de cada persona. Por lo tanto, es absolutamente necesario que antes de empezar a entrenar, la paciente sea evaluada por kinesiología pélvica, ya que la carga del entrenamiento y las adaptaciones para cada mujer dependen de sus condiciones musculares de base y los objetivos a alcanzar en cuanto a la función sexual”, recomienda Loayza.

Los ejercicios de piso pélvico son variados y dependen de muchos factores, por eso, para realizarlos lo primero es identificar correctamente la musculatura a trabajar. Así lo explica Bárcara Castro, kinesióloga del Centro Kinésico de la Mujer (CEKIM), quien señala que: “El piso pélvico está enmarcado entre el pubis, cóccix e isquiones. Cuando realizamos una activación debemos preocuparnos de que su contracción sea aislada, sin incorporar músculos accesorios como los glúteos, abdominales y aductores. Una vez que identificamos el piso pélvico debemos aprender su adecuada activación, que se debe sentir como si estuviéramos aguantando un gas o las ganas de orinar. Luego, lograr percibir su adecuada relajación, este punto es fundamental, no podemos activar varias veces sin permitir que los músculos tengan un tiempo de reposo acorde a lo necesario antes de la siguiente contracción, porque podríamos fatigar la musculatura provocando posibles contracturas”.

Según la profesional, los ejercicios del piso pélvico deberían aprenderlos todas las mujeres y también los hombres. “Idealmente deberíamos comenzar cuando somos adolescentes y nos llega la menstruación. Estos ejercicios no son solo para mejorar el rendimiento sexual, sino también nos permiten tomar consciencia de nuestro periné, aprender a relacionarnos con nuestra vagina, uretra y ano de una forma cercana, previniendo así las posibles fugas de orina, disfunciones sexuales y alteraciones coloproctológicas. Nos permite además prevenir la debilidad causada por la gestación y el aumento de carga que reciben los músculos por el crecimiento del útero y los cambios hormonales propios del embarazo”.

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