LA PREGUNTA:

“Estoy atravesando un bajón emocional grande y me dijeron que las plantas pueden mejorar mucho el bienestar. Curiosamente no tengo plantas en mi departamento y me gustaría probar, de pronto es verdad y el cuidado de las plantas me ayudan a sanar o al menos me acompañan. Soy cero verde eso sí, no sabría ni por dónde empezar”.

Mónica, 36 años

LA RESPUESTA:

“Se ha visto que observar y entrar en contacto con plantas puede reducir el ritmo cardíaco y la presión, así como el estrés. Todo esto aumenta si realizas actividades al aire libre en espacios verdes. Además, se produce un cambio en la atención: en general estamos ‘luchando’ por concentrarnos en medio de muchos estímulos, lo que genera un agotamiento. En espacios verdes la atención se regenera y descansa, activando un modo de ‘asombro’ frente a la naturaleza. Existe la terapia de bosque también, que permite amplificar estos efectos acompañada de personas formadas en esta metodología”, explica el psicólogo transpersonal y académico de la Universidad Adolfo Ibañez, Felipe Landaeta (@felipe_landaeta).

Parece obvio, pero las plantas de plástico no sirven. Los efectos positivos se obtienen con las plantas reales. “Sería importante involucrarse en el cuidado de esas plantas, no sólo regándolas, sino que jardineando. En ese sentido, tener una pequeña huerta puede ser útil, hay un beneficio de poner las manos en la tierra. Recomendaría tener además un espacio ‘verde’ en casa, ya sea en la terraza o living. Nelson Mandela tenía una huerta en Robben Island e iba a trabajar ahí todos los días. Richard Stengel, el periodista que acompañó a Mandela en su autobiografía, escribe que Mandela invitaba a cultivar el jardín interior, como si la huerta fuese la metáfora de lo que debemos hacer con nuestro mundo interno”, complementa Landaeta.

De todas maneras, si este ‘bajón’ que describe la lectora es permanente, la recomendación es que consulte con un profesional de la salud mental que pueda guiarle en este estado, ya sea a través de psicoterapia y si fuese necesario, medicación.

Por dónde empezar

Acudimos a la experta detrás del Instagram @Soyplantista, Montserrat Solervicens, para que nos recomendara plantas para principiantes. Estas son sus sugerencias:

1. Lenguas de Suegra (Sansevieria trifasciata): “se cuida fácilmente, es una suculenta que puede estar al interior. Necesita harta luz, pero también se puede adaptar a lugares más oscuros, es muy flexible. Solo se riega cuando esté muy seco el sustrato. Es una planta súper perdonadora, puedes no regarla un mes y con un riego abundante se vuelve a hidratar. Necesita riegos abundantes, pero poco frecuentes”.

2. Potus o poto: “la gracia que tiene es que demuestran cuando les falta agua porque ‘se amurran’. Necesitan un sustrato especial para plantas de interior, un riego abundante y poco frecuente. Están bien en lugares muy iluminados y puede llegarle el sol en la tarde, ese sol que no es tan fuerte. Es una planta que crece muy rápido en lugares iluminados”.

3. Monsteras: “se adaptan a lugares con mucha luminosidad y también en lugares con menos luz. Eso sí, crecen mucho más en sitios iluminados. Como su hoja es grande, recomiendo ponerlas en un lugar que cuente con el espacio para que crezca. Recomiendo utilizar un sustrato para plantas de interior y riegos abundantes cuando el sustrato esté casi seco (por lo menos la primera capa). A veces las meto a la ducha porque como las hojas son grandes, acumulan mucho polvo y esa es una buena forma de hacer que escurra fácilmente”.

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